Ex detenidos relataron a Human Rights Watch, que han visto y han sido víctimas de este tipo de agresiones por parte de las fuerzas de al-Assad.
Niños, hombres y mujeres detenidos en medio de la brutal represión que vive Siria, habrían sido torturados sexualmente por parte de las fuerzas del régimen de Bashar al-Assad, según denunció la ONG Human Rights Watch (HRW).
Ex detenidos declararon a HRW que fueron víctimas de maltrato sexual, entre ellos violación, penetración con objetos, manoseo, electrochoques y golpes en las partes genitales; además de ser obligados a desnudarse.
Sarah Leah Whotson, directora de HRW para Medio Oriente, aseguró que los abusos sexuales son una constante por parte de las fuerzas gubernamentales, progubernamentales y grupos como shabbiha, durante los diferentes ataques para humillar a los detenidos.
Hasta el momento la ONG no tiene pruebas de que los crímenes hayan sido perpetrados por orden de oficiales, pero afirma que los hechos han ocurrido en circunstancias conocidas por los altos mandos.
Por otra parte, la ONG desconoce la magnitud del problema dado que las víctimas se resisten a declarar por temor a ser estigmatizadas de haber perdido el ‘honor’ o por vergüenza, ya que los crímenes de esta índole son un tabú en el país oriental.
Ex detenidos declararon a HRW que fueron víctimas de maltrato sexual, entre ellos violación, penetración con objetos, manoseo, electrochoques y golpes en las partes genitales; además de ser obligados a desnudarse.
Sarah Leah Whotson, directora de HRW para Medio Oriente, aseguró que los abusos sexuales son una constante por parte de las fuerzas gubernamentales, progubernamentales y grupos como shabbiha, durante los diferentes ataques para humillar a los detenidos.
Hasta el momento la ONG no tiene pruebas de que los crímenes hayan sido perpetrados por orden de oficiales, pero afirma que los hechos han ocurrido en circunstancias conocidas por los altos mandos.
Por otra parte, la ONG desconoce la magnitud del problema dado que las víctimas se resisten a declarar por temor a ser estigmatizadas de haber perdido el ‘honor’ o por vergüenza, ya que los crímenes de esta índole son un tabú en el país oriental.