La cifra de fallecidos en los ataques coordinados del grupo Estado Islámico en la víspera contra una tranquila región del sur de Siria se elevó a 216 personas, dijo un funcionario del gobierno sirio el jueves, en la peor ola de violencia registrada en la provincia de Sweida desde el inicio de la guerra civil.
En la ciudad de Sweida se celebraron el jueves funerales masivos por las víctimas, un día después de los atentados que comenzaron por la mañana temprano y duraron varias horas.
La ciudad fue el escenario de varios ataques suicidas, incluyendo uno en un concurrido mercado de verduras que dejó imágenes de devastación y desencadenó la operación coordinada.
Insurgentes del grupo EI atacaron además varias aldeas en el noreste de la provincia, donde las milicias locales y los residentes tomaron las armas para frenar su avance.
El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, un grupo que monitorea el conflicto sirio desde Gran Bretaña, situó la cifra de muertos en 246 personas, incluyendo 135 civiles y 111 miembros de milicias locales que combatieron a los radicales que entraron en sus aldeas.
Al menos 150 personas más resultaron heridas en los ataques, algunos de los cuales estaban en estado crítico, añadió Hassan Omar, un funcionario médico de la provincia.
Muchos de los muertos recibieron disparos en la cabeza, según una página de Facebook gestionada por activistas, Sweida News Network, que añadió que los extremistas se colaron en las localidades atacadas aprovechando la noche y dispararon a los residentes mientras dormían.
El Observatorio reportó también el hallazgo de cadáveres en el interior de las viviendas y dijo que los radicales secuestraron a algunos vecinos, cuyo destino se desconocía de inmediato.
Los inusuales ataques en Sweida y en su capital, una ciudad de mayoría rusa, coinciden con una ofensiva del gobierno del presidente Bashar Assad en el sur de Siria, donde sus tropas luchan contra un grupo afiliado a EI cerca de la frontera con los Altos del Golán, ocupados por Israel, y con Jordania.
La milicia tiene también una pequeña presencia en el extremo oriental de la región y en el desierto de la vecina región de Homs.
Desde el inicio de su ofensiva en junio, las fuerzas de Damasco ya habían recuperado antes el control de territorios tomados por los rebeldes en la frontera con los Altos del Golán, y ahora combaten contra los insurgentes en el extremo sur del país.
El grupo Estado Islámico está prácticamente derrotado en Siria e Irak, pero sigue controlando pequeños reductos de territorio en el este y en el sur de Siria.
La milicia radical se jactó de que sus "soldados" mataron a más de un centenar de personas en Sweida. En un comunicado publicado en sus perfiles en redes sociales, EI explicó que perpetró ataques sorpresa contra centros gubernamentales y de seguridad que provocaron combates con las fuerzas sirias y grupos aliados. No ofreció un conteo de las bajas que sufrió en la ofensiva.