Aviones rusos lanzaron bombas sobre posiciones de los rebeldes que luchan contra el grupo Estado islámico en Siria y que son apoyados por Estados Unidos.
Un funcionario estadounidense de alto nivel confirmó el bombardeo y dijo que éste levanta “serias preocupaciones” sobre las intenciones rusas.
El funcionario, que pidió no ser identificado, dijo que los jets rusos no habían estado activos en esa región cercana a al-Tanf, en la frontera siria con Irak y Jordania.
“Vamos a pedir una explicación a Rusia sobre por qué realizaron esta acción y el compromiso de que no vuelva a suceder”, agregó.
En el pasado, Estados Unidos ha criticado la presencia rusa en Siria y repetidamente se ha negado a trabajar junto con las fuerzas rusas en el país, a las que EE.UU. acusa de apuntalar en el poder al presidente sirio, Bashar al-Assad.
El bombardeo del jueves probablemente tense aún más las relaciones entre EE.UU. y Rusia, ya que coincide con el llamado del secretario de Estado, John Kerry, a respetar el tratado de cese el fuego firmado entre las tres naciones a principios del año.