Australia anunció el martes que ha suspendido temporalmente los ataques aéreos contra objetivos del grupo extremista Estado islámico en Siria como medida de precaución después de que un avión de combate de Estados Unidos derribó a uno sirio el domingo.
“La protección de la Fuerza de Defensa australiana se revisa regularmente en respuesta a una serie de potenciales amenazas”, explicó el Departamento de Defensa el martes en un comunicado desde Canberra.
Pero la posición australiana tiene que ver con la advertencia de Moscú, que tras el derribamiento del avión sirio dijo que considerará como objetivo militar los aviones de la coalición que vuelen sobre Siria.
El Kremlin además suspendió una línea directa para evitar colisiones entre los aviones rusos y de la coalición, mientras Irán se sumó a la creciente tensión, al lanzar varios misiles balísticos el domingo a posiciones de ISIS en el este de Siria.
Australia tiene seis cazas con base en Emiratos Árabes Unidos para atacar a objetivos radicales en Siria e Irak.
Respuesta de EE.UU.
Estados Unidos respondió fuertemente a la amenaza rusa. “Nosotros haremos lo que podamos para proteger nuestros intereses”, dijo a los reporteros el portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer.
“El régimen sirio… debe entender que mantendremos el derecho de autodefensa de las fuerzas de la coalición alineadas en contra de ISIS”, dijo. Pero el vocero también dejó claro que Estados Unidos continuará “trabajando con sus socios” para contrarrestar la amenaza del Estado islámico en Siria.
El incidente se originó cuando un caza F/A-18E Super Hornet estadounidense derribó el domingo un jet SU-22 del gobierno sirio y fabricación rusa, que había lanzado bombas en una zona próxima a las Fuerzas Democráticas Sirias aliadas, cerca de la localidad siria de Tabqah.
El viceministro ruso de Exteriores, Sergei Ryabkov, calificó el derribo como un acto de agresión”.