La presidencia siria califica de “inexacta” una información divulgada por la agencia rusa Interfax que atribuyó al presidente Bashar al Assad la intención de no dejar el poder.
La prensa estatal siria calificó de “inexacta” una información difundida por la agencia de noticias rusa Interfax según la cual el presidente Bashar al Assad no tiene intención de abandonar el poder.
De acuerdo con lo difundido por la agencia, Bashar habría dicho a legisladores rusos que el asunto de su salida del poder no era tema de discusión y que si él hubiese tenido intención de rendirse “lo hubiese hecho desde el principio”.
El desmentido tiene efecto días antes de las previstas conversaciones de paz en Suiza del próximo miércoles entre el gobierno de Assad y la oposición.
Las negociaciones en Ginebra tendrían como objetivo integrar un gobierno de transición después de que la Coalición Nacional Siria (CNS), el mayor grupo opositor en el exilio, aceptó participar en las conversaciones.
La CNS estuvo bajo fuerte presión de países occidentales y árabes para que asistiera al encuentro y su decisión de participar fue muy bien acogida por EE.UU., Gran Bretaña y Rusia.
Pero la coalición tiene poca influencia sobre el terreno en Siria y muchos de los rebeldes que combaten al gobierno de Assad no reconocen su autoridad.
Las autoridades de Damasco consideran terroristas a todos los rebeldes y se espera que traten de centrar las conversaciones de Ginebra en la lucha contra el extremismo en lugar de enfocarlas en su objetivo original: formar un nuevo gobierno
De acuerdo con lo difundido por la agencia, Bashar habría dicho a legisladores rusos que el asunto de su salida del poder no era tema de discusión y que si él hubiese tenido intención de rendirse “lo hubiese hecho desde el principio”.
El desmentido tiene efecto días antes de las previstas conversaciones de paz en Suiza del próximo miércoles entre el gobierno de Assad y la oposición.
Las negociaciones en Ginebra tendrían como objetivo integrar un gobierno de transición después de que la Coalición Nacional Siria (CNS), el mayor grupo opositor en el exilio, aceptó participar en las conversaciones.
La CNS estuvo bajo fuerte presión de países occidentales y árabes para que asistiera al encuentro y su decisión de participar fue muy bien acogida por EE.UU., Gran Bretaña y Rusia.
Pero la coalición tiene poca influencia sobre el terreno en Siria y muchos de los rebeldes que combaten al gobierno de Assad no reconocen su autoridad.
Las autoridades de Damasco consideran terroristas a todos los rebeldes y se espera que traten de centrar las conversaciones de Ginebra en la lucha contra el extremismo en lugar de enfocarlas en su objetivo original: formar un nuevo gobierno