Ciudades y pueblos en todo el mundo gastan una enorme cantidad de recursos y dinero para combatir a los escritores de grafiti, quienes desfiguran fachadas de edificios, vehículos de transporte público, y hasta monumentos.
Veamos lo que ha inventado el gobierno de Australia, para combatir estos vándalos.
Como muchas otras ciudades, los trenes suburbanos en Sídney, Australia, son plagados de vandalismo, en su mayoría por grafiti, escrito con marcadores o pintura en espray.
Ahora, un nuevo sistema de vigilancia, basado en una “nariz electrónica”, está probando ser más efectivo, según el presidente de Sydney Trains, Howard Collins.
“Obtuvimos más de 50 cargos por ofensas contra individuos. Y ahora con la expansión, el sistema ha probado ser aún mas exitoso”, asegura Collins.
El aparato, llamado Mousetrap, o ratonera, desarrollado por la compañía australiana, Technique Risk, puede detectar vapores, liberados por marcadores y pinturas en espray.
Rápidamente, los compara con tipos de pintura conocida y dispara una alerta, a la mas cercana cámara de vigilancia.
“Lo mas importante, de este sistema es el hecho de que las fuerzas de seguridad pueden monitorearlo desde sus celulares, recibiendo el número del tren, su localización y hacia dónde se dirige”, explica Mark Byers, fundador de Technique Risk.
“Ahora creamos un perfil, de dónde y cuándo suceden estos actos. La policía ya tiene, en mano, inteligencia e información para poder predecir dónde ocurrirá, la próxima vez”. agrega el presidente de Sidney Trains.
Collins dice que, gracias al Mousetrap, los trenes viajan sin grafiti, a un costo de sólo medio millón de dólares, una pequeña cantidad, comparada con los 34 millones de dólares gastados, el año pasado, para remover los grafitis.