Afganistán: Talibán clama venganza

Soldados del ejército afgano vigilan a civiles que se reunieron frente a la base de Estados Unidos en el distrito de Panjwai, en Kandahar.

Tanto la ISAF como las autoridades afganas condenaron el incidente y expresaron su preocupación por las víctimas y sus familias.

Un soldado de Estados Unidos se encuentra bajo arresto en Afganistán, después de llevar a cabo un ataque en solitario donde asesinó a civiles afganos.

Las autoridades de Afganistán dicen que 16 personas murieron durante el ataque. Este lunes 12 de marzo de 2012, el Talibán prometió vengarse de lo que llamó “salvajes estadounidenses”.

El brigadier General, Carsten Jacobson, portavoz de las Fuerza Internacional de Asistencia de Seguridad (ISAF, por su sigla en inglés) de la OTAN, ofreció poco detalles sobre el ataque que se produjo en la sureña provincia de Kandahar.

“Lo que hasta ahora sabemos es que en las primeras horas de la mañana del domingo, cuando todavía era de madrugada, un soldado de Estados Unidos abandonó la base en el área de Panjwai, en el oeste de Kandahar. Se dirigió a la villa cercana y disparó contra civiles inocentes, en circunstancias que todavía están siendo investigadas, y posteriormente regresó a la base y se entregó, y en estos momento se encuentra en custodia de Estados Unidos”, informó Jacobson.

Sin embargo, el portavoz de la OTAN no confirmó el número de víctimas, ni las motivaciones del soldado estadounidense para llevar a cabo el ataque, pero agregó que se lleva a cabo una investigación completa.

El presidente afgano, Hamid Karzai, definió al ataque como “imperdonable” y reclamó una explicación de Estados Unidos por lo que llamó “asesinatos intencionales”, a la vez que agregó que nueve víctimas eran niños y tres mujeres.

La Casa Blanca expresó sus condolencias y profunda preocupación, a la vez que indicó que sigue de cerca la situación.

El presidente Barack Obama llamó al presidente Karzai asegurando que habrá un rápido esclarecimiento de los hechos y que ejercerá "todo el rigor de la ley sobre quien resulte responsable".

El comandante estadounidense que lidera las fuerzas de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), el General John Allen describió el incidente como “atroz”, ofreció sus “profundas condolencias” a las familias.

El embajador estadounidense en ejercicio en Kabul, James Cunningham, expresó las “condolencias de Estados Unidos a los familiares de las víctimas”, a través de una declaración en video.

Por su parte, Asadullah Khalid, el ministro afgano de fronteras y asuntos tribales, dijo que el soldado estadounidense llevó a cabo lo que definió como una carrera asesina sin provocación en la villa cercana.

El distrito de Panjwai en Kandahar es considerado un fuerte refugio del Talibán en años recientes.

En 2010, el área fue escenario de fuertes enfrentamientos entre fuerzas estadounidenses y del Talibán.

Sentimientos antiestadounidenses

Las autoridades militares también están preocupados sobre como el ataque puede afectar el creciente sentimiento antiestadounidense en Afganistán.

Las relaciones entre ambos países han estado tensas desde que soldados estadounidenses quemaron inadvertidamente ejemplares del Corán, en una base militar estadounidense en febrero de 2012.

Los asesinatos de Kandahar fueron descritos como la peor atrocidad cometida por las fuerzas estadounidenses durante los 10 años de la guerra afgana.

Al hablar sobre el ataque, Haji Deen Mohammad, residente de Kandahar, señaló que "nos han dicho que el soldado estaba ebrio y exigimos que el gobierno investigue esto. La gente de Kandahar está muy preocupada y conmovida por este incidente. ¿Por qué un infiel fue a la casa de musulmanes y masacró a niños y mujeres? Personalmente me siento muy triste. Aún estoy listo para unirme al Talibán y luchar contra estos extranjeros”.

Entre tanto, la Embajada de Estados Unidos en Kabul advirtió a los ciudadanos estadounidenses sobre la posibilidad de represalias.