Piratas somalíes liberaron el jueves un buque petrolero y su tripulación que secuestraron el lunes frente a la costa de su país, sin poner condiciones ni exigir pago de rescate.
La liberación ocurrió tras un tiroteo por la mañana entre los piratas y una fuerza naval somalí, y luego de intensas negociaciones entre la fuerza naval, ancianos del clan de los piratas y los secuestradores.
Dos personas en el poblado somalí de Haabo resultaron heridas cuando las fuerzas navales se enfrentaron con individuos que trataban de llevar abastecimientos al buque.
Testigos dijeron al Servicio Somalí de la VOA que la marina de la región de Puntland, en Somalia, interceptó un bote que pensó estaba llevando alimentos para los secuestradores del buque tanque Aris13 y sus tripulantes.
John Steed, director regional del grupo de vigilancia Oceans Without Piracy, dijo a la VOA, que los piratas "recibieron una oferta que no pudieron rechazar -vivir o morir. Ellos estaban rodeados sin poder huir a ninguna parte, de manera que el pragmatismo ganó al final".
Oferta de inmunidad
Funcionarios dijeron que ancianos del clan local negociaron la liberación del Aris 13 y que como parte de las negociaciones, a los piratas se les permitió abandonar la nave y regresar a tierra. El gobierno de Puntland presuntamente también les otorgó inmunidad.
El barco, con bandera de Sri Lanka, es propiedad de Armi Shipping SA, y es operado por Aurora Ship Management, ambas empresas de los Emiratos Árabes Unidos.
Los secuestradores, que insistían en que eran pescadores y no piratas dijeron que querían "compensación" por la pesca ilegal frente a la costa de Somalia, pero no hicieron una demanda específica de rescate.
Funcionarios regionales somalíes y marítimos dijeron que los secuestradores llevaron el barco hasta Haabo, moviéndolo de la ubicación original a donde lo habían trasladado luego del secuestro, frente a la costa de Alula en el occidente de Somalia.
"No tenemos como comprobarlo, pero escuchamos que quizá lo movieron de Alula porque la población local los recibió con hostilidad y se sintieron presionados a moverse", dijo a la VOA, Abdirazak Mohamed Dirir, el director de contrapiratería de Puntland.
Steed dijo que no hay nada inusual en la transferencia del buque. "Haabo es un poco más difícil de salir y deben haber sentido que anclar allí, quizá porque tendrían mejor apoyo donde podían conseguir guardias adicionales", señaló.
El secuestro fue el primero de piratas somalíes a una nave comercial desde 2012, y siguió a una ola de indignación de los pobladores locales por la pesca de extranjeros en sus aguas.
Steed dijo que los barcos que navegan cerca de Somalia deben seguir las prácticas de seguridad que incluyen evitar zonas de alto riesgo, navegar a alta velocidad y en algunos casos llevar guardias armados.
Harun Maruf, con la colaboración de Faduma Yassin Jama y Smita Nordwall. VOA/Servicio Somalí