La situación económica de Argentina preocupa no sólo a los trabajadores locales, que cada vez ven amentada los precios de su canasta básica, pero también a inversionistas.
Hace un poco más de diez años, el país sudamericano parecía haberse convertido en la mina de oro que buscaban los empresarios de todo el mundo. Pero la situación se ha vuelto menos esperanzadora y, según expertos, no promete un futuro mejor.
"La pregunta que todos nos estamos haciendo en la Argentina es si las tasas de crecimiento que estuvimos observando durante la década pasada son repetibles de aquí al futuro y la impresión es que no los son ", explicó Fernando Navajas, economista en jefe de la Fundación de Investigaciones Económicas de Latinoamérica (FIEL).
Navajas, junto a varios de sus colegas, explicó el porqué de esta situación durante un evento público en la Sociedad de las Américas de Nueva York.
"No lo son por un conjunto de restricciones que han venido operando en la economía además de la inflación que ha estado alta ya desde hace varios años. Ahora se han agregado elementos de control directo”, explicó el economista.
El gobierno argentino utiliza un sistema financiero que controla los precios y las importaciones lo que según Navajas, impacta directamente en la inversión extranjera.
"El sentido de las políticas públicas es muy marcado en una dirección de profundización de medidas demasiado creativas, llamémoslas que no tienen registro, digamos, de comparaciones internacionales exitosas", detalló Santiago Urbiztondo, economista de FIEL.
Es por ello que se espera que el crecimiento de la economía en 2013 alcance alrededor de un dos por ciento, sin la esperanza de un gran salto.
“Veremos hasta cuándo corrige el gobierno este estado de situación. Aparentemente sería después de las elecciones, o al medio término este año, pero es difícil prever que la solución sea de fondo", puntualizó Urbiztondo.
Hace un poco más de diez años, el país sudamericano parecía haberse convertido en la mina de oro que buscaban los empresarios de todo el mundo. Pero la situación se ha vuelto menos esperanzadora y, según expertos, no promete un futuro mejor.
"La pregunta que todos nos estamos haciendo en la Argentina es si las tasas de crecimiento que estuvimos observando durante la década pasada son repetibles de aquí al futuro y la impresión es que no los son ", explicó Fernando Navajas, economista en jefe de la Fundación de Investigaciones Económicas de Latinoamérica (FIEL).
Navajas, junto a varios de sus colegas, explicó el porqué de esta situación durante un evento público en la Sociedad de las Américas de Nueva York.
"No lo son por un conjunto de restricciones que han venido operando en la economía además de la inflación que ha estado alta ya desde hace varios años. Ahora se han agregado elementos de control directo”, explicó el economista.
El gobierno argentino utiliza un sistema financiero que controla los precios y las importaciones lo que según Navajas, impacta directamente en la inversión extranjera.
"El sentido de las políticas públicas es muy marcado en una dirección de profundización de medidas demasiado creativas, llamémoslas que no tienen registro, digamos, de comparaciones internacionales exitosas", detalló Santiago Urbiztondo, economista de FIEL.
Es por ello que se espera que el crecimiento de la economía en 2013 alcance alrededor de un dos por ciento, sin la esperanza de un gran salto.
“Veremos hasta cuándo corrige el gobierno este estado de situación. Aparentemente sería después de las elecciones, o al medio término este año, pero es difícil prever que la solución sea de fondo", puntualizó Urbiztondo.