La sonda Stardust, de la NASA, que fue lanzada hace 12 años para seguir la trayectoria de los cometas, está efectuando un experimento más antes de concluir su misión.
Los ingenieros en Lockheed Martin en Denver, donde fue construida, comandarán a la nave espacial para que queme todo su combustible restante el jueves. Lo que demore en cumplirlo les permitirá saber cuán precisos fueron sus cálculos de combustible, lo que a su vez les ayudará a diseñar otras sondas.
Las naves espaciales no llevan indicadores de combustible porque no funcionan en estado de ingravidez.
Stardust atravesó una nube de polvo y gas que rodea el cometa Wild 2 en 2004, capturó una muestra y la envió a Tierra en un recipiente con paracaídas para su estudio.
La NASA después recicló Stardust y la envió cerca de un asteroide para fotografiar un cráter que dejó un proyectil lanzado por otra sonda espacial.