Por primera vez en la historia, la agencia calificadora de crédito Standard & Poor’s, una de las tres principales del mundo, degradó la nota de la deuda de Estados Unidos a una categoría inferior, de AAA a AA+.
Según Standard & Poor’s, la rebaja “está motivada porque la consolidación fiscal acordada por el Congreso y el gobierno se queda corta de la que sería necesaria para estabilizar la dinámica de la deuda a mediano plazo” de EE.UU.
Poco después, el presidente Barack Obama pidó por medio de su portavoz, Jay Carney, una "mayor unidad política para fortalecer la economía y darle al país un rumbo fiscal más sólido".
Aunque otras dos agencias calificadoras, Moodys y Fitch mantuvieron la semana pasada con reservas la nota de la deuda estadounidense en AAA, Standard & Poor’s había advertido de la posible baja calificación después de que las negociaciones en el Congreso para elevar el tope de la deuda se prolongaron excesivamente.
“La rebaja refleja nuestra visión de que la efectividad, estabilidad y previsibilidad de los legisladores e instituciones políticas de EE.UU. se han debilitado en un tiempo de desafíos fiscales y económicos a un grado mayor que lo que habíamos previsto”, dijo la agencia en un comunicado.
En adición, Standard & Poor’s calificó de “débil e improvisada” la política fiscal de EE.UU. y destacó que las perspectivas a largo plazo de la deuda del país son “negativas”.
A pesar de no haber degradado la nota de la deuda estadounidense, las agencias Fitch y Moody´s advirtieron previamente que el gobierno federal debía elevar sus esfuerzos para reducir el déficit fiscal del país, y Moody´s incluso no descartó volver a revisar el mes próximo la nota.
El Departamento del Tesoro de EE UU ha anticipado que la deuda nacional bruta será equivalente al 102 por ciento del Producto Interno Bruto este año, lo que no sucedía desde tiempos de la Segunda Guerra Mundial.
La nota de la deuda de EEUU gozaba de la máxima calificación posible de AAA desde 1917, y su degradación desencadenó mutuos reproches entre demócratas y republicanos.
El presidente de la Cámara de Representantes, el republicano John Boehner, dijo esperar que la degradación de la nota sirva de aviso para que los demócratas “despierten”, eludiendo de esta manera toda responsabilidad de parte de su partido.
Mientras tanto, el líder de la mayoría demócrata en el Senado, Harry Reid, declaró que la calificación de S&P's demuestra que la política correcta no es la de los republicanos sino la de su partido, que busca combinar recortes presupuestarios con la elevación de impuestos.
Reacción internacional
En China, que es dueña de una buena parte de la deuda de EE.UU., un comenatio publicado por la agencia oficial de prensa Xinjua criticó a Washington, y se cuestionó se el dólar estadounidense debe seguir siendo la moneda patrón de las reservas internacionales.
También en Asia, la primera ministra australiana, Julia Gillard, urgió a la calma tras la decisión de Standard & Poor’s, y subrayó que se trata sólo del criterio de una de las tres mayores agencias calificadoras.
En Canadá, el ministro de Finanzas, Jim Flaherty, indicó que aunque su país está fuertemente interconectado con EE.UU. y otros socios comerciales, los canadienses están “bien posicionados para hacer frente a los vientos globales contrarios”.
Al ser entrevistado el sábado por la televisión en París, el ministro de Finanzas de Francia, Francois Baroin, dijo que el gobierno del presidente Nicolás Sarkozy tiene “plena confianza” en la fortaleza de la economía estadounidense.