El ferry que buscaba impulsar una ruta marítima comercial entre El Salvador y Costa Rica suspendió operaciones de manera indefinida por falta de demanda, a apenas cuatro meses de haberse inaugurado, una decisión que los exportadores salvadoreños atribuyen al costo de la tarifa.
El gerente general de Marina Intercontinental (Marinsa), Óscar Álvarez, informó de la decisión el martes, según recoge el diario costarricense La Nación, lo que generó una controversia en El Salvador sobre si la apertura de la ruta marítima comercial supuso un fracaso y es posible reactivarla con otra embarcación.
Silvia Cuéllar, presidenta de la Corporación de Exportadores de El Salvador (Coexport), reconoció el miércoles a The Associated Press la baja demanda durante los cuatro meses en que estuvo abierto el servicio de transporte, pero no consideró el proyecto como un fracaso. Aseguró que requería “un periodo de maduración”.
El Blue Wave Harmony, un buque de bandera panameña con capacidad de 22.986 toneladas y 100 tráileres por viaje, fue presentado el pasado agosto por el gobierno como una reactivación del Puerto La Unión de El Salvador y una ruta comercial alternativa al transporte terrestre hacia Puerto Caldera, en Costa Rica.
Se promocionó como uno de los proyectos estratégicos de El Salvador y la Comisión Ejecutiva Portuaria Autónoma salvadoreña ofrecía cuatro viajes semanales: lunes y jueves desde El Salvador y martes y viernes desde Costa Rica.
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No obstante, en los cuatro meses de operación, hizo apenas cuatro viajes en agosto, cinco en septiembre, tres en octubre y dos en noviembre. El ferri, propiedad de la empresa Blue Wave Corporation, solo logró movilizar 118 tráileres en 14 viajes, según las cifras oficiales de la comisión portuaria. Ingresó 67 unidades como importación y envió 51 a Costa Rica como exportación. “No se había consolidado ese número de unidades que ellos requerían para seguir operando, no es que sea un fracaso, sí es algo positivo que tenemos todas las condiciones que se requieren en el Puerto La Unión y en el Puerto Caldera”, dijo a la AP.
Para la representante gremial, es posible reactivar la ruta con otras empresas. Según Cuéllar, lo que hizo falta fue “afinar” la tarifa. “En operaciones futuras, es importante que haya una sintonía entre todas las partes, gobierno, transportistas, que lo tomen como una vía alternativa", opinó la representante gremial, para que se haga un estudio fuerte en tarifas y volumen.
Para Raúl Alfaro, presidente de la Asociación de Transportes Internacionales de Carga (Astic), la tarifa fue excesiva. “Se lo dije al CEO (de Blue Wave), aquí pusieron una tarifa de $1.360 (por unidad de transporte). Les hice un análisis de que el costo del transporte terrestre, la tarifa, iba a cobrar $900, con $500 que yo cobrara (el transportista), eran los $1.400 que tenía el transporte terrestre. Salían ‘tablas’. Yo les dije que el costo no era el adecuado”, relató, aunque reconoció que se quitaba el riesgo de sufrir un accidente o un atentado en la vía terrestre.
Para este dirigente transportista, la suspensión del ferri es un fracaso y muestra de que no es posible reactivar la ruta comercial. “Aquí alguien les hizo creer que iba a ser un éxito y se embarcaron”, indicó a la AP. Para Napoleón Campos, analista de relaciones internacionales, el “fracaso” del ferri puede tener razones técnicas pero también políticas y de confianza internacional. Consideró más factible la operación si la ruta es realizada por embarcaciones menores con tarifas más baratas y un recorrido diario. “Barcazas medianas tenían mejor chance de llenar su cupo sobre todo en cortísimo tiempo tanto en mercancías, vehículos particulares y viajeros”, señaló a la AP.
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