Un grupo de investigadores estadounidenses en Wheaton, Maryland, han llegado a la conclusión de que las antiguas artes marciales chinas, basadas en técnicas que conectan la mente y el cuerpo, son capaces de proporcionar beneficio a los pacientes con problemas de corazón.
Para sus estudios partieron de los ejercicios físicos normalmente hechos por quienes practican en China el llamado Tai Chi, que combina movimientos circulares, algunas veces tomando de balance una pierna, y siempre respirando profundamente.
El propósito que se persigue con un centenar de estos movimientos es alcanzar un estado óptimo de relejación física y mental.
Los orígenes del Tai Chi se remontan a unos 2.000 años, y aunque da la impresión de ser un ejercicio suave fue desarrollado como un arte marcial, según la leyenda creado por un monje chino tras observar la danza mortal de un serpiente frente a una grulla.
“Echarse hacia adelante, grulla blanca, extender las alas”, son las órdenes que da el instructor Fred Nee para que sus alumnos asuman poses que según los investigadores ayudan a los pacientes con enfermedades crónicas del corazón a mejorar su calidad de vida, estimulando su ánimo y dándoles confianza en la actividad física.
Los científicos estudiaron el comportamiento de 100 pacientes con fallas cardiacas crónicas, y 50 de ellos fueron asignados a la clase de Tai Chi dos veces a la semana durante tres meses. Los otros 50 fueron enviados a clases sobre la salud del corazón.
“Sabemos que la enfermedad no tiene cura. Y los pacientes con frecuencia sufren de una disminución en la tolerancia a los ejercicios, falta de respiración y una pérdida en la calidad de vida, por lo que si podemos hacer que se sientan mejor, el impacto es significativo”, dijo la doctora Gloria Yeh, de la escuela de medicina de Harvard y coautora del estudio.
Al unir los dos grupos de pacientes después de una caminata de unos seis minutos no se detectaron diferencias entre unos y otros, pero los que se habían enrolado en las clases de Tai Chi gastaron más calorías cuando participaron en actividades físicas adicionales.
Estudios previos también han mostrado que el Tai Chi ayuda a reducir los síntomas de otros padecimientos, como la presión alta, el estrés y la fibromialgia, una condición que provoca dolores musculares y fatiga.