Este martes, los tanques israelíes por primera vez llegaron al centro de Rafah, la ciudad sureña de Gaza, desafiando la fuerte presión internacional para detener la ofensiva de Israel que ya ha obligado a casi un millón de personas a huir de allí.
Esto a pesar de un bombardeo el domingo que mató a 45 refugiados. Israel no lo atribuyó a las bombas.
Las autoridades de Gaza reportaron la muerte de 29 personas en dos ataques contra los campos de refugiados en Rafah por mano de los tanques, después de una larga noche de bombardeos. Algo que las fuerzas israelíes niegan.
La Casa Blanca, el martes, reaccionó a la avanzada de los tanques.
El bombardeo del domingo, sobre el cual la comunidad internacional urge una investigación independiente, llevó este martes el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas a convocar una reunión de emergencia.
Entre tanto, un trío de países europeos, Irlanda, España y Noruega, reconocieron formalmente un estado palestino independiente. Eslovenia dijo que sopesa sumarse.
Al mismo tiempo, Estados Unidos dijo que ha suspendido las entregas de ayuda por mar a Gaza después de que el mal tiempo dañara el muelle temporal que había instalado en la costa del enclave y necesitará una semana para repararlo.
Una delegación de Egipto, en coordinación con Qatar y Estados Unidos, intenta esta semana reactivar las negociaciones para alcanzar un alto el fuego en Gaza y la liberación de los rehenes, que se estancaron después del bombardeo del domingo. Por su parte, Washington dijo que no hubo ningún cambio de política sobre Israel por ahora, que sigue apoyándolo, pero que seguirá de cerca la situación.