“Mi experiencia es muy extraña. Cuando trabajo en las noches peor. Es diferente clase de gente, uno agarra y hacen lo que quieren atrás y olvídese".
Asi describe César, un ecuatoriano que lleva 15 años manejando taxis, lo que ha sido para él estar detrás del volante de estos vehículos en Nueva York.
Día y noche, más de 13 mil taxis recorren las calles de la Gran Manzana.
Según cifras de la Ciudad de Nueva York, son 600 mil viajes por día, 236 millones al año.
Una compromiso que conductores como Md Abedin, de 25 años y originario de Bangladesh, asumen con responsabilidad.
"Cuando estoy manejando no escucho música, no uso el teléfono, nada. Cuando manejo lo hago cuidadosamente", señaló a la Voz de América.
A pesar de las dificultades que este trabajo representa para estos conductores, la paga los mantiene en esta labor que según ellos podría en algunas ocasiones ser algo peligroso.
"A veces se suben pasajeros que están locos. En especial durante los fines de semana, hay mucha gente loca. Están borrachos, no saben para donde van y no quieren pagar", dijo Joel.
A eso se suma largas horas en tráfico, dado que los taxis en promedio recorren 70 mil millas al año en Nueva York, lo que sería suficiente para darle la vuelta a la Tierra casi tres veces.
"Cuando se maneja taxi, se gana posiblemente un mejor salario que si se trabaja en una fábrica, se tiene más libertad y es por eso que yo termine manejando un taxi, pero seguramente en los próximos cinco años terminaré retirándome", dijo Adhmer.