Vaporiza la porción de una roca cercana con un láser de alto poder, técnica que también puede ser usada para detectar el cáncer.
El explorador Curiosity hizo tiro al blanco con un láser de alto poder dirigido a una piedra en Marte para analizar su contenido mineral.
La piedra, bautizada por los científicos como “Coronación” era del tamaño de un puño y fue vaporizada parcialmente por lo que en realidad fueron 30 pulsos en un período de 10 segundos, según informó la NASA en un comunicado emitido desde el control de misión en el Laboratorio de Propulsión Jet cerca de Los Angeles.
De acuerdo a la NASA, cada pulso entrega más de un millón de vatios de energía durante cerca de cinco mil millonésimas partes de un segundo, vaporizando una porción de la roca del tamaño de un alfiler para crear una pequeña chispa, la que es analizada por un pequeño telescopio montado en el instrumento.
El brillo ionizado, que puede ser observado y grabado desde hasta 7 metros de distancia, es luego dividido en sus componentes de longitudes de onda por tres espectrómetros que dan a los científicos información sobre la composición química de la piedra blanco.
"Recibimos un grandioso espectro de Coronación, muchas señales", dijo el principal investigador de la ChemCam, Roger Wiens, del Laboratorio Nacional Los Alamos en Nuevo México, donde se desarrolló el instrumento. "Después de ocho año de construir el instrumento, es hora de la recompensa", agregó.
El Curiosity aterrizó en Marte el 6 de agosto después de un viaje de ocho meses y cerca de 570 millones de kilómetros por el espacio.
Su misión de dos años busca determinar si el planeta más parecido a la Tierra podría o no haber albergado vida microbiana.
La técnica utilizada por el Curiosity tiene aplicaciones experimentales en la detección del cáncer.
La piedra, bautizada por los científicos como “Coronación” era del tamaño de un puño y fue vaporizada parcialmente por lo que en realidad fueron 30 pulsos en un período de 10 segundos, según informó la NASA en un comunicado emitido desde el control de misión en el Laboratorio de Propulsión Jet cerca de Los Angeles.
De acuerdo a la NASA, cada pulso entrega más de un millón de vatios de energía durante cerca de cinco mil millonésimas partes de un segundo, vaporizando una porción de la roca del tamaño de un alfiler para crear una pequeña chispa, la que es analizada por un pequeño telescopio montado en el instrumento.
El brillo ionizado, que puede ser observado y grabado desde hasta 7 metros de distancia, es luego dividido en sus componentes de longitudes de onda por tres espectrómetros que dan a los científicos información sobre la composición química de la piedra blanco.
"Recibimos un grandioso espectro de Coronación, muchas señales", dijo el principal investigador de la ChemCam, Roger Wiens, del Laboratorio Nacional Los Alamos en Nuevo México, donde se desarrolló el instrumento. "Después de ocho año de construir el instrumento, es hora de la recompensa", agregó.
El Curiosity aterrizó en Marte el 6 de agosto después de un viaje de ocho meses y cerca de 570 millones de kilómetros por el espacio.
Su misión de dos años busca determinar si el planeta más parecido a la Tierra podría o no haber albergado vida microbiana.
La técnica utilizada por el Curiosity tiene aplicaciones experimentales en la detección del cáncer.