El miedo al cambio parece hoy una frase vacía para muchos que, sin darse cuenta y obligados por la contención del coronavirus, tuvieron que adoptar el desafío de trabajar desde casa y aprender en tiempo récord el manejo de herramientas digitales como Teams, Zoom u otras opciones que permiten el teletrabajo.
La psicóloga Carol Custodio, especializada en Administración Pública, dijo a La Voz de América que una buena parte del mercado laboral y de la comunidad escolar ha sido forzada por las circunstancias a trabajar desde casa y otro porcentaje igual o superior lo hará en las semanas que están por venir.
Custodio afirma que lo anterior implica grandes cambios, los cuales van desde adaptar en casa un espacio destinado al trabajo, adoptar nuevos horarios – que en muchas ocasiones van más allá del laboral - hasta lidiar con una doble carga.
Un ejemplo de ello es que las personas que tienen niños no sólo están pendientes de su trabajo, también lo están de las clases en línea que están realizando sus hijos y en otros casos hasta se han convertido en maestros de éstos.
Mientras las diferentes empresas se adaptan al ritmo de trabajo remoto, -y muchas no tenían siquiera un plan de de contingencia-, los horarios laborales se han alterado, la gran mayoría están sosteniendo conferencias de planificación fines de semana para organizar equipos virtuales, trazar lineamientos o modelos concretos de trabajo. Todo ello muchas veces en tiempos en que el ancho de banda les permita experimentar con las tecnologías.
“Tiene que haber un balance, la persona tiene que identificar en qué punto empieza el trabajo y dónde termina y deben existir límites. En este punto la comunicación [entre empleado y empleador] es muy necesaria”, afirma Custodio, ya que de lo contrario al estrés que de por sí se está viviendo por la pandemia se le suma el de la sobrecarga laboral, lo cual solo puede generar ansiedad.
Un punto en el cual la psicóloga hace énfasis es que la experiencia del teletrabajo no es igual para todas las personas, hay diferentes variables, “para las personas introvertidas este ritmo les está resultando genial, porque esa conexión entre personas no es vital para ellos. En cambio, para los introvertidos que buscan el contacto humano se les está haciendo difícil”.
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Los pros y los contras
Laura Ripani, especialista principal en la División de Mercados Laborales del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) ha escrito sobre las ventajas y desventajas del teletrabajo en tiempos del coronavirus, cual califica como “un experimento a escala mundial”.
Ripani cita que, “a pesar de que da mayor flexibilidad de horarios, el teletrabajo hace más difícil definir de qué hora a qué hora trabajamos, pudiendo tener efectos negativos en nuestra salud mental y física. En segundo lugar, a pesar de que el teletrabajo puede considerarse una herramienta que tiene efectos positivos en el balance entre la vida personal y la vida profesional, también puede terminar teniendo justamente el efecto opuesto si se borran las fronteras entre estos dos ámbitos”.
La especialista, que ha escrito sobre este tema en el blog Factor Trabajo de la División de Mercados Laborales del BID, también explica que el COVID-19 ha marcado un punto de inflexión en el tema del trabajo remoto, en especial porque la tecnología actual lo ha permitido.
“Por ejemplo, puede dar mayor flexibilidad para aquellas personas – muchas veces mujeres – que tienen compromisos familiares y personales (por ejemplo, cuidado de hijos o de adultos mayores) que les impiden trabajar fuera del hogar en horario completo o definido”, escribió.
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Un claro ejemplo de las ventajas del teletrabajo es el que presenta el productor y maestro de español Gustavo Lechuga, quien mostró a VOA como desarrolla una clase en línea, este profesional es de las personas que contaba con el equipo necesario debido a su afición por la edición, producción y la composición musical.
De acuerdo con Lechuga, para él este cambio ha sido bueno, primero porque el imparte clases en diferentes instituciones, así como horarios variables y el trabajar desde casa le da la comodidad de ahorrarse la movilidad, el comer fuera y ahora está explorando una nueva faceta de la educación.
“Te permite aplicar más recursos que se tienen en casa, en mi caso específicamente la tecnología”, explica Lechuga, quien acepta que su situación es diferente a la de otros profesionales que no tienen el equipo necesario en casa.
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“En mi caso tenía que moverme de un salón a otro, tenía que llevar mi computadora, probar si el internet funcionaba y muchas veces por el tiempo se tomaba la decisión de no usar la tecnología y seguir con las herramientas tradicionales para no quitar tiempo a la clase, pero hoy toda gira en torno de la tecnología y creo que eso a los niños les encanta”.
El maestro expresa que él en sus diferentes clases ve más interacción, niños que antes eran cohibidos hoy desde casa y con el apoyo de papá y mamá allí se sienten más libres para poder expresarse. Especialmente porque la metodología usada por la empresa para la que labora, Viva el Español, se centra en temas lúdicos, interactivos y musicales para fijar los conceptos del idioma en sus alumnos.
“Para que el trabajo [desde casa] sea óptimo se debe tener el equipo”, reconoce Lechuga, quien también mencionó que cree que esta experiencia cambiará el ritmo y forma de trabajo para muchos.
El desafío sobre el tema de la educación en línea para la psicóloga Carol Custodio consiste en el equilibrio y por supuesto en la seguridad y salud de los niños.
La profesional explicó a VOA que la supervisión es importante y preparar las condiciones necesarias para que este nuevo estilo de vida no afecte el ciclo de descanso de los pequeños y que después de estar expuestos mucho tiempo a la luz de la pantalla de la computadora u otro dispositivo se le ofrezca la oportunidad de realizar actividades alejadas de estos aparatos.
“Regresar a [los juegos de] antes, como rompecabezas, juegos entre ellos, usando juguetes y actividades con los padres”, concluye Custodio.