La Casa Blanca dijo el miércoles que se está planeando una cumbre virtual entre el presidente Joe Biden y su homólogo chino, Xi Jinping, para antes de terminar el año.
El anuncio fue posterior a una reunión en Zúrich entre los asesores de seguridad nacional de Estados Unidos, Jake Sullivan, y de China, Yang Jiechi, y tiene lugar en medio de tensiones por las demandas de la administración Biden de que Beijing suspenda las presiones militares contra Taiwán y cumpla sus compromisos comerciales.
En los últimos días, China voló 150 aviones caza militares dentro de la zona de defensa aérea de Taiwán, lo que desató advertencias de la administración Biden.
“La actividad es desestabilizadora. Hay riesgo de errores de cálculo y tiene el potencial de perjudicar la paz y la estabilidad regional”, dijo el secretario de Estado, Antony Blinken.
Taiwán se considera independiente, pero China insiste en que es una provincia renegada. La presión de Beijing a Taipéi se ha convertido en otro escollo en las tensiones entre Estados Unidos y el gigante asiático.
Timothy Heath, un investigador de defensa internacional de Rand Corp., dijo que aunque es preocupante, él no piensa que el riesgo de una guerra es alto. “No creo que los chinos estén interesados en provocar una guerra y tampoco Estados Unidos”.
Washington mantiene relaciones extraoficiales y apoyo de defensa con Taiwán, en base a la política de “una sola China” que reconoce a Beijing sobre Taipéi, una posición reafirmada en septiembre en una llamada telefónica con Xi, según dijo Biden esta semana.
“Acordamos cumplir el acuerdo de Taiwán, y no creo que debamos hacer otra cosa que cumplir ese acuerdo”, dijo Biden.
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Por otro lado, Estados Unidos ha estado aumentando la presión sobre China porque dice que no ha cumplido un acuerdo de enero de 2020 en que Beijing aceptó comprar 200.000 millones de dólares más en bienes y servicios estadounidenses para 2021.
La administración mantiene aranceles sobre 350.000 millones de bienes chinos de importación.
“Usaremos todos los instrumentos a nuestra disposición y desarrollaremos algunos nuevos si es necesario para defender los intereses económicos de EE. UU. de políticas y prácticas perjudiciales”, dijo Katherine Tai, la representante comercial de Estados Unidos.
Washington también ha estado forjando alianzas con las potencias de la región Indo Pacífico, como Australia, a la que ayudará a equiparse con submarinos nucleares bajo un nuevo pacto de seguridad conocido como AUKUS.
Si embargo, Estados Unidos quedó fuera de la Sociedad Económica Integral Regional, un masivo acuerdo comercial entre 10 naciones del sureste de Asia y cinco socios, entre ellos China.
Tampoco integra el Tratado Integral y Progresivo de Asociación Transpacífico (TPP), un acuerdo respaldado por la administración Obama del cual el expresidente Donald Trump se retiró en 2017.
Según Abraham Denmark, director del Programa Asia del Wilson Center, “será cada vez más difícil para Estados Unidos mantener sus ventajas económicas en la región Indo Pacífico, especialmente cuando China pidió recientemente unirse al TPP.
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