Las sanciones a Venezuela, México y la frontera sur saltaron a la palestra este miércoles en un tercer debate de primarias republicanas más comedido, donde los cinco precandidatos discutieron ante todo temas candentes como el conflicto Israel-Hamás, Ucrania, el aborto o el gran ausente de la noche: el expresidente Donald Trump, favorito en las encuestas.
La exgobernadora de Carolina del Sur Nikki Haley; el gobernador de Florida, Ron DeSantis; el empresario Vivek Ramaswamy; el senador por Carolina del Sur, Tim Scott; y el exgobernador de Nueva Jersey Chris Christie, se midieron en el Adrienne Arsht Center for the Performing Arts de Miami, en un evento a ratos tenso, pero con menos interrupciones y desorden que los anteriores.
Por dos horas, el cada vez más reducido grupo de precandidatos tomó la escena para tratar de demostrar a los votantes por qué deben ser ellos, y no el resto, los elegidos en las elecciones presidenciales de 2024. La migración, crucial en la Florida, sede del evento, fue uno al que los aspirantes volvieron una y otra vez.
Cuestionados sobre su posición ante Venezuela, uno de los principales emisores de migrantes hacia EEUU, Haley y DeSantis -los dos candidatos que siguen la estela de Trump en las encuestas- fueron tajantes en su postura contra el gobierno de Nicolás Maduro.
La exgobernadora Nikki Haley insistió en que EEUU debe asegurarse “de hacer todo lo posible para sancionar a Maduro” y dejar de comprar "petróleo sucio". "Biden acaba de otorgar a 500.000 venezolanos un estatus de protección temporal, lo que hará que más vengan", dijo.
Por su parte, DeSantis fue más contundente aún. “Le apretaría los tornillos al régimen venezolano. Creo que es un régimen dictatorial corrupto y nunca deberíamos ir de la mano pidiéndoles petróleo”, aseguró el gobernador, quien insistió en que de ser elegido presidente, restauraría las sanciones petroleras a Venezuela que alivió recientemente la Administración Biden.
La frontera, López Obrador y el fentanilo
“Voy a enviar militares estadounidenses a la frontera. Voy a detener la invasión en seco. Voy a deportar a gente que vino ilegalmente y hasta voy a construir el muro fronterizo y que México pague por ello como prometió Donald Trump”, prosiguió DeSantis, quien detalló que impondría impuestos a las remesas como uno de los métodos de financiamiento.
La necesidad de "cerrar la frontera" fue una afirmación en la que coincidieron los cinco precandidatos en el debate, algunos en relación a la "epidemia" de drogas como el fentanilo, que según el empresario Ramaswamy, viene desde China vía México; otros por precaución ante la posible entrada de terroristas, al calor del conflicto entre Israel y Hamás.
“Tienes una frontera abierta por donde los terroristas pueden cruzar y tenemos guerras por todas partes y son peligrosas a nuestro alrededor”, insistió Haley, secundada por el senador Scott, quien advirtió que existían “células terroristas durmientes en Estados Unidos”.
“Miles de personas han venido de Yemen, Irán, Siria e Irak. Si vamos a enfrentar una emergencia de seguridad nacional en nuestra frontera, tenemos que hacerlo ahora”, dijo el legislador.
Christie, con un tono más serio y conciliador que en los últimos dos debates, insistió por su parte en que se encargaría de que el límite sur con México estuviera mejor equipado, con personal y tecnología.
En el otro lado del espectro, Ramaswamy -el agente del caos en los tres encuentros- expresó las visiones más radicales. En cuanto a la frontera, insistió en que no sólo se debería bloquear la frontera sur, sino también la del norte, con Canadá. "No construyas simplemente un muro, construye ambos muros", respondió a sus competidores.
El más joven de los precandidatos republicanos tomó una hoja del libro de Trump y le dedicó fuertes palabras al presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, de quien afirmó ha "sido un desastre para México" y afirmó que el mandatario le ha "mencionado" en sus discursos.
"En 2024 habrá elecciones en México (...) Bueno, López Obrador, quítate del camino. Habrá alguien más a cargo. Espero que se construya una buena relación con el próximo presidente de México", advirtió.
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Política exterior y temas espinosos en casa
El actual conflicto entre Israel y Hamás también acaparó gran parte de la noche.
Todos los candidatos reiteraron su apoyo a Israel frente a las agresiones de Hamás, insistiendo en la importancia de la alianza con Tel Aviv frente a Irán, con críticas a la administración del demócrata Joe Biden por su supuesta “debilidad” frente al gobierno d Teherán, señalado como la mano detrás del grupo extremista palestino.
Haley volvió a tirar de su experiencia como embajadora ante la ONU para destacar la importancia de no aislar a EEUU de la escena internacional.
“EEUU nunca debería ser tan arrogante como para pensar que no necesita amigos”, remarcó Haley, al insistir en la necesidad de el país debe renovar sus compromisos con Ucrania e Israel frente a Rusia y China, secundada por la mayoría de los participantes en el debate.
Precisamente, Ucrania volvió a ser la manzana de la discordia, con Haley, DeSantis, Scott y Christie de acuerdo con mantener el apoyo a Kiev frente a Rusia; un respaldo que Ramaswamy no compartió. El empresario incluso calificó al presidente ucraniano Volodymyr Zelenskyy, de ascendencia judía, como un "nazi" y aseguró que dirige un sistema de todo, menos democrático.
También lea El centro de Miami se blinda ante la realización del tercer debate republicanoEl derecho al aborto también estuvo en la palestra, sobre todo después del voto de este martes que lo consagró en la Constitución del estado de Ohio. Casi todos los aspirantes coincidieron en apostar por una prohibición federal a la interrupción del embarazo a las 15 semanas, con Haley nuevamente como la voz conciliadora, que pidió ser realistas y llamó a no "juzgar" a las embarazadas, lo que le costó renovados ataques de Ramaswamy.
El joven aspirante se encargó de cimentar su reputación de provocador y fue en muchas ocasiones el agente disruptor en un evento que aunque fue menos caótico que los anteriores, tuvo momentos tensos.
Aunque tanto Haley como DeSantis se encararon en varias ocasiones, el verdadero duelo de la noche volvió a ser el de la exgobernadora de Carolina del Sur y el empresario de origen indio.
Los enfrentamientos pasaron a terreno personal con comentarios de Ramaswamy sobre la altura de los tacones de Haley y la supervisión online de la hija de 25 años de la exembajadora, a lo que la única mujer precandidata republicana respondió con un visceral: "eres una basura". Ninguno de los dos se saludó al finalizar el evento.
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Trump, el gran ausente
El expresidente Donald Trump, favorito en las encuestas, escogió no enfrentar a sus contendientes nuevamente. En su lugar, contraprogramó un mitin de campaña en la cercana Hialeah, un bastión republicano de mayoría cubanoamericana.
Sin embargo, su ausencia estuvo muy presente en el debate, que comenzó con cuestionamientos al exmandatario, aún de antiguos seguidores como el gobernador DeSantis.
Para la exembajadora de EEUU ante la ONU, Nikki Haley, el magnate fue “el presidente adecuado en el momento adecuado. No creo que sea el presidente adecuado ahora”, insistió sobre su antiguo jefe.
DeSantis, el segundo por detrás de Trump en la carrera por la nominación republicana, cuestionó a quien fuera su mentor. “Debería estar aquí para defender por qué debe ser presidente otra vez”.
Christie, acérrimo detractor de Trump, mencionó los problemas legales del exmandatario. “Diré esto sobre Donald Trump, cualquiera que vaya a pasar el próximo año y medio de su vida concentrándose en mantenerse fuera de la cárcel y los tribunales no puede liderar este partido o este país”, dijo el exgobernador de Nueva Jersey.
El único de los precandidatos que no dirigió ataques directos a Trump fue el empresario Vivek Ramaswamy, quien, en lugar, prefirió dedicar provocativas andanadas contra el liderazgo del Comité Nacional Republicano, los moderadores, los “medios corruptos” y su compañeros de escenario.
Se prevé que el expresidente tampoco asista el cuarto debate, anunciado para el próximo 6 de diciembre en Tuscaloosa, Alabama, con requisitos más estrictos que este cara a cara, donde se redujo considerablemente el número de precandidatos calificados.
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