Naciones Unidas comenzó a distribuir alimentos y medicinas el miércoles en el área cercana al epicentro del terremoto que sacudió Nepal el sábado pasado, mientras la cifra de muertes continúa en aumento.
Los esfuerzos del Programa Mundial de Alimentos en Gorkha coincidieron con las promesas gubernamentales de que el miércoles mejoraría la respuesta del Gobierno a los que necesitan agua, alimentos y refugio.
Mientras tanto, las cuadrillas de búsqueda y rescate continuaron trabajando y por la noche del martes, un equipo francés de rescatistas sacó a un hombre con vida luego de estar atrapado en la ruinas de su casa durante 80 horas.
Las autoridades dijeron el miércoles que la cifra oficial de muertos ha sobrepasado los 5.000 y se contabilizan 10.000 heridos.
La ayuda ha llegado lentamente a las áreas remotas de Nepal donde el mal estado de las carreteras y la lluvia dificultan la tarea. La ONU estima que el terremoto afectó a 8 millones de personas –más de un cuarto de la población—y 1,4 millones necesitan alimentos.
Miles de personas frustradas por la lenta respuesta del gobierno, han llegado hasta Katmandú, la capital del país, para tratar de abordar buses y salir de la ciudad.
El primer ministro nepalés, Sushil Koirala, prometió en un discurso televisado reconstruir las estructuras históricas, religiosas y arqueológicas más importantes y declaró tres días de duelo por las víctimas del sismo.