Un fuerte sismo cerca de uno de los mayores centros de producción petrolera en el mundo disparó el domingo por la noche los temores de que el temblor magnitud 5,0 haya dañado infraestructura petrolera clave.
El epicentro se registró en el pueblo de Cushing, de 7.900 habitantes, unos 80 kilómetros (50 millas) al oeste de Oklahoma City, donde los daños parecían limitarse a las zonas antiguas en el centro de la ciudad, las cuales fueron acordonadas para mantener alejados a los curiosos.
Un centro residencial para ancianos sufrió daños y fue evacuada, dijo el gestor asistente de Cushing, Jeremy Frazier. El distrito escolar canceló las clases del lunes.
"Manténganse lejos de la zona" dijo el gestor municipal, Steve Spears, que señaló que si bien parte del daño era superficial, sería difícil comprobar hasta el amanecer si se habían producido problemas como cimientos afectados en la localidad.
Las autoridades locales programaron una rueda de prensa para el lunes por la mañana para comentar los efectos del temblor.
No se encontraron daños en puentes ni autopistas en un radio de 24 kilómetros (15 millas) desde el epicentro, indicó el Departamento de Transportes de Oklahoma.
El Servicio Geológico de Oklahoma investigaba la situación tras el sismo, que se produjo a las 19:44 y se sintió en lugares tan lejanos como Iowa, Illinois y Texas, indicó la Comisión de la Corporación de Oklahoma. (OCC, por sus siglas en inglés).
En un principio el Servicio Geológico de Estados Unidos indicó que había sido de magnitud 5,3, pero luego la redujo a 5,0.
Oklahoma ha sufrido miles de terremotos en los últimos años, y casi todos han sido relacionados con la inyección en el subsuelo de aguas residuales generadas en la producción de petróleo y gas.
La terminal petrolífera de Cushing es una de las más grandes del mundo. El 28 de octubre, los almacenes en las zonas de campo alrededor de la ciudad contenían 58,5 millones de barriles de petróleo, según datos de la Administración de Información de Energía de EEUU. La comunidad se describe a sí misma como la "Encrucijada de oleoductos del mundo".
Dos empresas de oleoductos habían dicho no tener problemas el domingo por la noche, indicó Frazier, señalando que la ciudad no había recibido aún información de todas las compañías.