Este viernes un juez escuchará las demandas del esposo contra el hospital que mantiene con vida artificial a su esposa y presentará el reporte médico que prueba las anormalidades del feto de 22 semanas.
La pesadilla de Erick Muñoz no tiene cuándo terminar, porque no solo debe lidiar con la muerte cerebral de su esposa sino también con la noticia de que el bebé que lleva ella en su vientre viene con una serie de malformaciones.
La semana pasada, el hospital John Peter Smith, en Fort Worth, Texas se negó a desconectar a Marlise Muños, de 33 años, de la máquina que la mantiene con vida artificial, luego de haber entrado en coma el pasado 26 de noviembre cuando tenía 14 semanas de gestación.
Este miércoles los abogados de la familia Muñoz revelaron los resultados de unos exámenes practicados al feto, que tiene ahora 22 semanas, que prueban que el bebé presenta malformación en las extremidades inferiores, que incluso no permite identificar el sexo y que además presenta hidrocefalia debido al tiempo en que la madre quedó sin oxígeno.
El centro médico argumenta que bajo la ley de estatal de Texas no pueden desconectar a una paciente en estado de coma cuando está embarazada.
Según Muñoz, su esposa Marlise, en vida, le expresó su deseo de que de entrar en algún momento en estado vegetal debían dejarla morir tranquila y no mantenerla con vida artificial.
Ahora Muñoz ha decidido demandar al hospital, y se presentará ante un juez este viernes, para mostrar la evidencia que le permitan desconectar a su esposa de la máquina.
Muñoz encontró a su esposa tendida en el piso de la cocina en su casa completamente inconsciente, debido a un coágulo de sangre que reventó en el cerebro.
La semana pasada, el hospital John Peter Smith, en Fort Worth, Texas se negó a desconectar a Marlise Muños, de 33 años, de la máquina que la mantiene con vida artificial, luego de haber entrado en coma el pasado 26 de noviembre cuando tenía 14 semanas de gestación.
Este miércoles los abogados de la familia Muñoz revelaron los resultados de unos exámenes practicados al feto, que tiene ahora 22 semanas, que prueban que el bebé presenta malformación en las extremidades inferiores, que incluso no permite identificar el sexo y que además presenta hidrocefalia debido al tiempo en que la madre quedó sin oxígeno.
El centro médico argumenta que bajo la ley de estatal de Texas no pueden desconectar a una paciente en estado de coma cuando está embarazada.
Según Muñoz, su esposa Marlise, en vida, le expresó su deseo de que de entrar en algún momento en estado vegetal debían dejarla morir tranquila y no mantenerla con vida artificial.
Ahora Muñoz ha decidido demandar al hospital, y se presentará ante un juez este viernes, para mostrar la evidencia que le permitan desconectar a su esposa de la máquina.
Muñoz encontró a su esposa tendida en el piso de la cocina en su casa completamente inconsciente, debido a un coágulo de sangre que reventó en el cerebro.