“La economía nacionalista de los Kirchner está llevando al país a un callejón sin salida”, según un artículo editorial publicado en la revista británica The Economist, que fue muy crítico hacia la gestión de la mandataria argentina y su esposo, el ex presidente Néstor Kirchner.
Según el editorial, al presentarse como candidato a diputado nacional en las próximas elecciones legislativas del 28 de junio, Néstor Kirchner convirtió lo que “seria un asunto rutinario en un referéndum hacia sí mismo, su mujer, y la ideología de su gobierno que es conducido por una economía nacionalista”.
En las elecciones legislativas, se renovará la mitad de los miembros de la Cámara de Diputados y un tercio de los miembros de la Cámara de Senadores.
Pero “mucho está en juego para los argentinos”, opinó The Economist, “el poder y quizá incluso la permanencia de la pareja presidencial Cristina Fernández y Néstor Kirchner”.
Mucho se ha hablado en los medios argentinos de lo que significaría para los Kirchner perder las mayorías, aunque se estima que sólo pierdan la mayoría en la Cámara de Diputados y algunas bancas en el Senado.
Lo que se disputan los Kirchner, en definitiva, es su hegemonía política y su modelo de gobierno, según han recalcado ellos mismos en sus discursos.
“Esta no es una elección más. Es la vuelta al pasado o es la consolidación de un proyecto nacional y popular”, dijo Néstor Kirchner en un acto, según publicó AFP.
El editorial de The Economist también hizo alusión a las alertas de Kirchner, quien aseguró que “votar a la oposición” significaría “una desaparición de los trabajos, el aumento de la pobreza y una vuelta al pasado atemorizante”.
Sin embargo, según el editorial, “todas estas cosas ya están ocurriendo y los Kirchner tienen parte de la culpa”.
Cuando Néstor Kirchner asumió como presidente en 2003, heredó un país que había colapsado económica y financieramente.
Pero según The Economist, también tuvo la “suerte de heredar de su predecesor interino un ministro de Economía competente y políticas macroeconómicas que habían restaurado la estabilidad del país”.
Los próximos seis años fueron de crecimiento económico para Argentina, resaltó el editorial, “y los votantes agradecidos recompensaron a Kirchner eligiendo a su esposa como presidenta en 2007”.
Ahora el contexto mundial es otro y Argentina ha “seguido al mundo en la recesión y no está en una buena posición para responder a la crisis”, opinó The Economist.
El editorial criticó, entre otras medidas tomadas por Cristina Fernández, los impuestos que impuso a los agricultores argentinos, algunas privatizaciones que corrieron a inversores extranjeros y las barreras comerciales a Brasil, con quien se supone tiene una “unión aduanera”.
The Economist también hizo mención a la manipulación que Néstor Kirchner hace de las cifras oficiales de la economía de Argentina.
Aunque “masajean” los números, “las ganancias de los impuestos y los salarios reales han caído en picada”, según el editorial.
“A pesar de su larga historia de malos gobiernos, Argentina tiene mucho a su favor. El mundo necesita a sus agricultores y a los turistas les gusta su cultura”, consideró el editorial. “Pero necesita un comercio más libre, responsabilidad fiscal y un mayor respeto de las leyes”.
“La elección puede ayudar a Argentina a encaminarse hacia esa dirección. Puede presentar una alternativa creíble a los Kirchner. Puede hacer con que el Congreso cuente con mentes más independientes, lo cual obligaría a (Cristina) Fernández empezar a gobernar de una manera más consensuada. Los argentinos tendrían que usar su voto para esto”, concluyó el editorial.