La Tierra indefensa frente a asteroides

Según el asesor de ciencia de la Casa Blanca, John Holdren, un asteroide de 1 Km o más de diámetro, podría acabar con la civilización.

Luego del meteorito que cayó el mes pasado en Rusia, el Congreso de EE.UU. se ha interesado en saber cómo protegernos. El administrador de la NASA dice que sólo se puede rezar.
La agencia espacial de EE.UU. (NASA) no conoce de ningún asteroide que vaya a chocar con la Tierra y poner en peligro la vida de los estadounidenses, pero su administrador, Charles Bolden, dijo que si eso llegara a ocurrir lo único que se puede hacer es rezar.

Después del meteorito que el 15 de febrero estalló sobre Cheliábinsk, en Rusia, y causó daños a edificios y heridas a más de mil 500 personas, el Comité de Ciencias de la Cámara de Representantes convocó a Bolden para que informara a los legisladores cómo se podría evitar un hecho así.

El congresista Bill Posy preguntó qué haría la NASA si se descubre que un gran asteroide va a hacer colisión con nuestro planeta, y la respuesta de Bolden fue: “si viene en las próximas tres semanas recen”.

La NASA trata de desarrollar tecnologías para poder desviar un cuerpo celeste que viaje en dirección a chocar con la Tierra, pero todavía no se dispone de ninguna para impedirlo.

El mismo día que cayó el meteorito en Rusia otro asteroide más grande que había sido detectado el año pasado pasó a poco más 27 mil kilómetros de la Tierra. La NASA dice que vigila cerca del 95 por ciento de los cuerpos más grandes, con un diámetro superior a un kilómetro y que se hallan próximos al planeta.

Según el asesor de ciencia de la Casa Blanca, John Holdren, "un asteroide de ese tamaño, de un kilómetro o más, podría terminar con la civilización".

Sin embargo, dijo que “las posibilidades de que un objeto cercano a la Tierra nos golpee provocando una enorme cantidad de víctimas y destrucción de infraestructuras son muy pequeñas, aunque las potenciales consecuencias de tal acontecimiento son tan grandes que tiene sentido asumir seriamente el riesgo".

El meteorito caído en Cheliábinsk es el mayor que ha chocado contra la Tierra desde que otro explotó en 1908 también sobre Rusia, en Tunguska, Siberia, y arrasó una superficie de más de dos mil kilómetros cuadrados .