Fuertes tormentas, inundaciones y desbordamientos de ríos dejaron un saldo de 650 personas muertas y otras 900 desaparecidas en el sur de Filipinas
Muchas de las personas desaparecidas dormían cuando cayó la tormenta que fue rápidamente elevando el nivel de los ríos y arrastrando a su paso algunas viviendas.
Las autoridades comenzaron la dificultosa búsqueda y solo hasta principios de la mañana de este lunes, se logró restablecer la tarea de rescate al paso de la tormenta tropical Washi.
El panorama es ahora desolador, especialmente en las ciudades costeras de Cagayán de Oro y Iligan, donde se pueden apreciar carreteras llenas de lodo, vehículos volteados y árboles arrancados de sus raíces.
Según la secretaria general de la Cruz Roja filipina, Gwendolyn Pang, la mayoría de las victimas son niños y mujeres.