Tim Kaine, cuyo nombre figuró desde temprano entre los favoritos de Hillary Clinton para el puesto como vicepresidente, comenzó su carrera política en 1994.
Fue alcalde y gobernador de Virginia, y dirigió el Comité Nacional Demócrata en 2008, a petición del presidente Barack Obama.
Y aunque no tiene raíces latinoamericanas, su conexión con la comunidad hispana inmigrante es notable.
Aprendió a hablar español en El Progreso, un pueblo de las afueras de San Pedro Sula en Honduras, donde trabajó con los misioneros jesuitas mientras estudiaba derecho en Harvard.
En 2013 se convirtió en el primer senador en pronunciar un discurso completo en un idioma que no fuera inglés, en el pleno del senado estadounidense. Y lo hizo para expresar su apoyo a una reforma de inmigración.
Además, fue uno de los primeros demócratas en declarar su apoyo por la ex secretaria de estado, incluso antes de que ella misma anunciara sus aspiraciones presidenciales. Y será quien la acompañe la próxima semana en la Convención Nacional Demócrata que se realizará en Filadelfia.