El mundo dice adiós al 2010

Casi un millón de personas se dieron cita en Times Square para celebrar la llegada del 2011.

Con fuegos artificiales, fiestas y espectáculos al aire libre millones de personas despiden el año viejo en todo el orbe y le dan la bienvenida al 2011.

Desafiando el frío y sobrepuestos ya a la severa tormenta invernal que hace sólo unos días paralizó Nueva York, casi un millón de personas se dieron cita como ya es tradicional en Times Square para presenciar el descenso de la esfera que anunció la partida del año viejo y la llegada del 2011.

En muchas otras grandes ciudades del mundo los fuegos de artificio también iluminaron el cielo y la gente salió a las calles para celebrar el inicio de un año nuevo con la esperanza de dejar atrás 12 meses marcados por los severos efectos de la crisis económica.

Nueva Zelanda y muchas islas del Pacífico sur fueron las primeras naciones en saludar el 2011, y en Sydney, Australia, millón y medio de espectadores se congregaron a ver un deslumbrante espectáculo de fuegos multicolores.

En Hong Kong, China, cientos de miles de personas se reunieron para festejar al filo de la medianoche, y en Japón miles acudieron al templo budista de Zojoji, de 600 años de antiguedad, en el centro de Tokio, a soltar globos con notas en las que expresaron sus deseos para el 2011.

Los brasileños celebraron su primera megafiesta del año con un imponente show de fuegos artificiales en la legendaria playa de Copacabana, animado por numerosas bandas de música a lo largo de más de cuatro kilómetros de litoral.

En Europa, muchos festejaron la Nochevieja con el firme propósito de olvidarse de los contratiempos económicos, en un año en el que Grecia e Irlanda tuvieron que ser rescatadas de la bancarrota y otros países, como España y Portugal, temen verse envueltos en los mismos problemas.

Mientras tanto, en El Vaticano, el Papa Benedicto XVI ofició en la Basílica de San Pedro una solemne ceremonia de Te Deum de Acción de Gracias por el año que terminó y las primeras Vísperas de la Solemnidad de María Madre de Dios, como ya es habitual cada 31 de diciembre,

El Papa recordó que vivimos un ‘‘tiempo humano cargado de males, sufrimiento, de dramas de todo género'' provocados unos "por la maldad de los hombres'' y otros "derivados de los infaustos males naturales''.

En Madrid, los españoles se reunieron para brindar y comerse como todos los años las 12 Uvas en la Puerta del Sol.

En Londres una multitud disfrutó de un espectáculo de música y fuegos de artificio en la torre London Eye, de 135 metros de altura, mientras que en París los franceses abarrotaron los Campos Elíseos y el área cercana a la Torre Eiffel.