Parecería una ciudad fantasma. La capital de Estados Unidos, que un viernes está congestionada, hoy se encuentra bajo un manto blanco de nieve.
Las autoridades han advertido a la población de una fuerte tormenta que desde ya mantiene paralizada a la ciudad y sus alrededores.
Para evitar accidentes y prevenir calamidades, se decretó estado de emergencia y el transporte público fue suspendido hasta las primeras horas de este lunes.
El temor además es que muchos residentes puedan quedar sin electricidad y sin agua en sus hogares.
La nieve que se acumula en los arboles hace que estos se quiebren, algunos se vienen abajo y caen sobre las líneas eléctricas dejando cientos de hogares a oscuras y sin calefacción.
Varios refugios fueron acondicionados y están puestos al servicio de los necesitados.