La segunda tormenta invernal en azotar el noreste de Estados Unidos en menos de una semana provocó fuertes nevadas el miércoles en un rincón del país en donde decenas de miles de personas seguían esperando la restauración del servicio eléctrico, consecuencia de la tormenta anterior.
Cuarenta y ocho millones de personas desde Maryland hasta Maine tuvieron que soportar fuertes nevadas, y hasta truenos, como parte de un sistema que se inició del otro lado de Estados Unidos, en la costa oeste a fines de la semana pasada
La tormenta provocó el cierre de escuelas, negocios y oficinas gubernamentales. Miles de vuelos también se vieron afectados y aumentaron los temores de otra ronda de árboles caídos y de apagones conforme avanza por la costa este del país.
El congestionado corredor de trenes entre Boston y Washington nuevamente tuvo que ser cerrado y las calles y carreteras de importantes ciudades, como Filadelfia, Nueva York y Boston se volvieron peligrosas con el hielo y la nieve.
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“No creo que esté lista para vivir esto nuevamente”, dijo Caprice Dantzler, de 32 años, mientras caminaba a través de la nieve en el parque Rittenhouse de Filadelfia. Agregó que todavía no habían quitado muchos de los árboles que cayeron sobre automóviles y casas, y que habían bloqueado caminos durante la última tormenta.
Una mezcla de nieve y lluvia ligera cayó antes del amanecer en muchas zonas y horas más tarde se convirtió en el tipo de nieve húmeda y pesada que caracteriza esta época del año, cuando las temperaturas ya no son tan bajas. Es esa nieve la que es capaz de derribar árboles y tendidos eléctricos al hacerlos ceder por su peso.
Para la tarde del miércoles, más de medio millón de hogares habían quedado sin electricidad en Nueva York, Pensilvania, Nueva Jersey y Connecticut.
El Servicio Meteorológico Nacional emitió un alerta de tormenta invernal para el jueves por la mañana desde al área de Filadelfia hasta casi toda Nueva Inglaterra. Los meteorólogos dijeron que las acumulaciones de nieve podían superar fácilmente los 30 centímetros (un pie) en Pensilvania, Nueva Jersey y la Ciudad de Nueva York y en zonas de Massachusetts podrían superar los 45 centímetros (pie y medio).
Más de 2.600 vuelos fueron cancelados en los aeropuertos de Boston, Filadelfia, Nueva York y Newark, Nueva Jersey, una cifra que podría aumentar conforme se deterioran las condiciones.
En Nueva Jersey los servicios de emergencias respondieron a un choque múltiple en que se vieron involucrados unos 50 vehículos. Las autoridades exhortaron a los automovilistas a que evitaran conducir para que las cuadrillas pudieran limpiar los caminos.
Tanto Pensilvania como Nueva York prohibieron el uso de grandes equipos en algunas de las principales carreteras.