Después de meses de sequía, el sur de California está siendo abatida este viernes por la más poderosa tormenta en años, la cual ya ha producido cantidades récord de lluvia, fuertes vientos y deslizamiento de tierra y rocas.
Una advertencia de inundaciones repentinas fue emitida el viernes para el condado de Los Ángeles mientras fuertes ondas de lluvia caían sobre la ciudad y sobre Long Beach, con ráfagas de viento que alcanzaron los 113 kilómetros por hora.
La tormenta, cuyo mayor intensidad se espera entre las 3 y las 7 de la mañana, podría dejar hasta 10 centímetros de lluvia.
El norte de California fue abatido ayer por la misma tormenta que empapó la región con 13 centímetros de lluvia, acompañadas de ráfagas de viento de 230 kilómetros por hora.
La tormenta cerró las escuelas en el área de San Francisco, inundó carreteras y dejó sin energía eléctrica a cerca de 227 mil clientes.
Una estación de metro que sirve el distrito financiero de San Francisco fue cerrada debido a un corte de energía, y el sistema de autobuses electrificado de la ciudad se detuvo en muchas áreas, dijeron las autoridades de tránsito.
Casi 240 vuelos comerciales habían sido cancelados en el Aeropuerto Internacional de San Francisco a finales de la mañana, y los retrasos para otros vuelos promediaban dos horas, dijo el gerente de servicio del aeropuerto Bob Ritiski.
El Servicio Meteorológico Nacional emitió alertas de inundación repentina, mareas y vientos fuertes para la región, y advirtió que las lluvias torrenciales podrían dar lugar a deslizamientos de tierra en las zonas afectadas por incendios forestales a principios de este año.
Si bien se pronosticó un metro de nieve esta semana en elevaciones más altas de la cordillera de Sierra Nevada, los meteorólogos dijeron muchos meses de precipitaciones serían necesarios para solucionar una sequía de varios años.