La diversidad de animales en la isla de La Española —que acoge los territorios de República Dominicana y Haití—vuelve a llevar especialistas en un viaje en el tiempo. Científicos dominicanos, británicos y de Nueva Zelanda describieron la especie de tortuga gigante de la isla y presentaron nuevas ideas sobre cambios climáticos recientes allí.
En un estudio publicado en la revista científica Zootaxa, los fósiles de la nueva especie llamada Chelonoidis marcanoi muestran que la tortuga pudo haber tenido contacto con los primeros pobladores de la isla, en lo que ahora es una de las zonas más secas de República Dominicana. Lo que da indicios de que el área al sur del país caribeño era semihúmeda, hace al menos 10,000 años.
Ahora que Estados Unidos deja de contribuir al Fondo Verde por el Clima y que la ONU invita a los países de América Latina y del Caribe a realizar alianzas público-privadas para combatir los efectos del cambio climático, las investigaciones científicas guían los procesos de preservación y anticipación ante los eventos de inestabilidad climática que estamos experimentando actualmente.
“Las especies de tortugas terrestres no son tan abundantes como las especies de otros grupos de animales, y por tanto con menor probabilidad de encontrar especies nuevas. Hacen consideraciones importantes sobre la biogeografía de la La Española, y el rol que pudo jugar la especie en los ecosistemas áridos”, dijo Sixto Incháustegui, biólogo del Grupo Jaragua, sobre los aspectos destacados del estudio.
La Voz de América conversó con Juan Almonte, quien a sus 51 años fue uno de los científicos que lideró la investigación. En una coversación telefónica el 7 de julio, Almonte se refirió a la importancia de estos hallazgos.
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¿Qué tanto conocimiento teníamos sobre tortugas terrestres en la isla antes de la publicación de este estudio?
Lo único que conocíamos fue una nota que hizo el profesor Eugenio de Jesús Marcano en los años 1968, 1969 en una excursión de exploración que él hizo en una cueva en Bayaguana.
Bayaguana está en el este de República Dominicana, ¿no? En la provincia Monte Plata.
Sí, allá él encontró tanto huesos de perezosos y encontró huesos de tortuga, o sea, encontró parte de caparazón, parte de un fémur y de un húmero.
¿Qué fue lo que encontraron usted y sus colegas en la provincia de Pedernales, al sur de la isla?
Nosotros, en exploraciones aquí en el Museo Nacional de Historia Natural, encontramos huesos: encontramos fémur, húmero, muchos caparazones muy fragmentados. Y entonces a partir de ese hallazgo comenzamos a investigar si se había hablado sobre las tortugas terrestres en la Hispaniola (Latín de La Española). Inmediatamente la identificamos, porque los fémur y los húmeros son totalmente diferente a las tortugas que son de aguas dulces y las que son tortugas marinas, y entonces vimos que estábamos de frente a lo que antes sí se estaba buscando, que se había encontrado en otras islas como en Cuba, en Puerto Rico, que era tortugas terrestres aquí en La Española.
Los huesos que han encontrado tanto ustedes como el profesor Marcano estaban en territorio dominicano. ¿Por qué se habla de la Hispaniola y no de República Dominicana?
Sabemos que la fauna nuestra, tanto la fauna extinta como la fauna viviente ahora, ellos no tienen frontera. Cuando se habla ya de registro fósil nosotros nos embarcamos más en la isla completa de la Hispaniola como una fauna que no tiene fronteras como nosotros ahora la tenemos establecida. Pero sí es válido utilizar tanto República Dominicana como La Española.
¿Existe alguna tortuga gigante con vida hoy día que se parezca a como era la extinta de la Hispaniola? ¿Qué nombre le han puesto a esta tortuga?
Esa que describimos junto a Samuel Turvey (Instituto de Zoología de Londres) y otros colaboradores son parecidas a las tortugas gigantes que hay en las islas Galápagos, pero un poco más pequeñas. Luego de consultas que hemos hecho y en memoria de ese hallazgo que hizo el profesor Marcano allá en Bayaguana, entonces decidí que era mejor honrar la memoria del profesor Marcano por ese trabajo que había dejado con la conciencia de que futuras generaciones iban entonces a describir esas especies de Geochelones, y se llama Chelonoidis marcanoi.
¿Qué considera que es lo más sorprendente o lo más innovador que muestra este estudio?
Lo más innovador es que nos da a entender que el ecosistema era muy diverso en esa zona, era un ecosistema húmedo, no seco como es el sur profundo ahora, sino que era húmedo por la gran diversidad que había tanto de estas tortugas, que no están en ecosistemas secos sino que están en ecosistemas semihúmedos y húmedos donde hay grandes bosques donde hay una gran vegetación. Eso nos va ayudando a entender al cambio de clima que hubo en aquel tiempo, nosotros lo podemos dar como veraz.
¿Lo que hoy es bosque pudiera secarse en un próximo cambio climático?
Pueda ser. Aunque nosotros ahora estamos ante un cambio climático no producido por la naturaleza, sino por el hombre, todo puede cambiar de acuerdo a los eventos que puedan producirse. La isla de la Hispaniola es una isla muy compleja. Solamente, en un espacio de cinco kilómetros le puede cambiar de un bosque seco a un bosque muy húmedo, solamente pasa en República Dominicana.
¿Qué sigue después de este estudio y lo que han encontrado?
Los próximos pasos serán seguir explorando, como lo estamos haciendo ahora, que el Museo está empeñado en seguir explorando para ir llenando más el registro e ir comprendiendo cómo estuvo compuesta la fauna de esa zona. Hemos encontrado también otras especies que van llenando, como quien dice, el rompecabezas y nos va diciendo entonces cómo estaba compuesto todo ese ecosistema de fauna y de flora en esa zona.