América Latina avanza contra trabajo infantil

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Se necesitan más esfuerzos para reducir las barreras a la asistencia a la escuela y luchar contra la utilización de niños en actividades ilícitas, señaló reporte del Departamento del Trabajo.

Informe de la Oficina de Asuntos Laborales Internacionales (ILAB) del Departamento de Trabajo señala que en la región trabajan 12,5 millones de niños de cinco a 17 años.

La situación de los diferentes países en los que trabajan 168 millones de niños a nivel global se analiza en el informe "Conclusiones sobre las peores formas de trabajo infantil", preparado anualmente por la Oficina de Asuntos Laborales Internacionales (ILAB) del Departamento de Trabajo.

El secretario de Trabajo de EE.UU., Thomas E. Perez, presentó hoy en Washington la edición 13 del informe, que evalúa los esfuerzos de más de 140 países para reducir las peores formas de trabajo infantil y brinda información sobre avances significativos, moderados, mínimos o ningún avance año a año.

“Este informe se enfoca en unos 168 millones de niños en todo el mundo que trabajan de manera oculta, arrastrándose bajo tierra en pozos mineros, cosiendo en fábricas textiles o sirviendo en hogares como trabajadores domésticos", afirmó Perez en un comunicado.

“Vemos que más países están tomando medidas para abordar el problema, según se muestra en este informe. Sin embargo, el mundo puede hacer más para acelerar estos esfuerzos. Cuando los niños estudian en vez de trabajar, las economías crecen y las naciones prosperan”, agregó.

El informe señala que en América Latina y el Caribe trabajan 12,5 millones de niños de cinco a 17 años, lo que equivale al ocho por ciento de todos los menores de la región.

Siete países latinoamericanos fueron calificados con avances significativos contra el trabajo infantil en 2013: Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, y Perú, un grupo que incluye a varias naciones con altas tasas de crecimiento económico.

Sin embargo, los niños de la región siguen participando en trabajos, sobre todo labores peligrosas como agricultura y servicio doméstico.

Además, existen lagunas en los sistemas de inspección del trabajo y programas para poblaciones de difícil acceso, tales como los niños trabajadores domésticos y los que participan en la agricultura y el trabajo informal.

Se necesitan más esfuerzos para reducir las barreras a la asistencia a la escuela y luchar contra la utilización de niños en actividades ilícitas, señaló el reporte.

“Este informe no es solamente una evaluación especial de los esfuerzos realizados por los países para abordar las peores formas del trabajo infantil. También proporciona una hoja de ruta para el cambio”, agregó subsecretaria adjunta de la Oficina de Trabajo de Asuntos Laborales Internacionales, Carol Pier.

“Espero que la información en este informe, sus valoraciones y sus recomendaciones sirvan para alentar la acción individual y colectiva para ayudar a que los niños vulnerables tengan un futuro mejor”, agregó.