Luego del incendio que hizo colapsar una autopista en Atlanta, quedó al descubierto cómo los habitantes dependen de sus vehículos para el transporte, y las limitaciones que tiene el sistema regional del tránsito.
El derrumbe en la carretera interestatal 85 en el centro de Atlanta, ha dejado ver como desde los suburbios, en su mayoría de raza blanca, se han negado a juntarse al sistema de trenes y autobuses de la ciudad desde 1971.
Discrepancias de raza y clase socioeconómica tenían un rol en la elaboración de las políticas locales de transporte.
En ese entonces, los blancos protagonizaron un éxodo de la ciudad.
Muchos activistas esperan que el derrumbe convenza a las autoridades de la necesidad de expandir el sistema de transporte.
Aún así, perdura en algunas zonas la oposición a ampliar el sistema de tránsito.