El gobierno de EE.UU. planea albergar a 500 menores que cruzaron solos la frontera en un colegio comunitario que estaba cerrado en el pueblo de Lawrenceville, al sur de Virginia.
La “crisis humanitaria” por la llegada de niños que cruzan solos la frontera se traslada a un pueblo al sur del estado de Virginia.
Al parecer el gobierno en su búsqueda de albergues temporales para este alto flujo de menores de edad ha llegado a un acuerdo para albergar a 500 indocumentados menores de edad en el colegio comunitario de St. Paul que permanecía cerrado.
La noticia no ha sido bien tomada por los residentes de Lawrenceville, quienes han expresado su disconformidad ante el temor de que la llegada de los niños indocumentados afecte la seguridad y la tranquilidad del pueblo.
“La idea de adolescentes inmigrantes frente a nuestra casa nos resulta incómodo y preocupante. Los muchachos encuentran siempre formas de escaparse. Nuestra mayor preocupación es la probabilidad de criminalidad”, dijo la familia Lewis que viven frente al colegio comunitario, según reportó NPR.
Por su parte el alguacil del pueblo también ha expresado que no considera una buena idea el traslado de estos menores indocumentados a su pueblo.
Para escuchar las opiniones de los residentes de Lawrenceville se realizará una asamblea pública este jueves, pero al parecer las autoridades federales ya tomaron la decisión e incluso han empezado a montar el albergue en el centro comunitario hasta donde también han llegado trabajadores de FEMA, el departamento de Salud y del departamento de Seguridad Interna.
NPR también informó que el acuerdo con los dueños del colegio comunitario es un contrato de alquiler por cinco meses.
Al parecer el gobierno en su búsqueda de albergues temporales para este alto flujo de menores de edad ha llegado a un acuerdo para albergar a 500 indocumentados menores de edad en el colegio comunitario de St. Paul que permanecía cerrado.
La noticia no ha sido bien tomada por los residentes de Lawrenceville, quienes han expresado su disconformidad ante el temor de que la llegada de los niños indocumentados afecte la seguridad y la tranquilidad del pueblo.
“La idea de adolescentes inmigrantes frente a nuestra casa nos resulta incómodo y preocupante. Los muchachos encuentran siempre formas de escaparse. Nuestra mayor preocupación es la probabilidad de criminalidad”, dijo la familia Lewis que viven frente al colegio comunitario, según reportó NPR.
Por su parte el alguacil del pueblo también ha expresado que no considera una buena idea el traslado de estos menores indocumentados a su pueblo.
Para escuchar las opiniones de los residentes de Lawrenceville se realizará una asamblea pública este jueves, pero al parecer las autoridades federales ya tomaron la decisión e incluso han empezado a montar el albergue en el centro comunitario hasta donde también han llegado trabajadores de FEMA, el departamento de Salud y del departamento de Seguridad Interna.
NPR también informó que el acuerdo con los dueños del colegio comunitario es un contrato de alquiler por cinco meses.