Donald Trump y sus abogados tendrán que guardar silencio. Una división de apelaciones del tribunal de primera instancia restableció este jueves una orden que les prohíbe hacer declaraciones públicas sobre el personal del tribunal en el caso en curso en su contra por fraude civil. Durante un receso de la sesión del pasado 3 de octubre, cuando el juez Arthur Engoron impuso la orden, el expresidente había dicho que no era un inconveniente.
“No es un problema en lo absoluto”, dijo Donald Trump.
El juez recurrió a esta acción luego de que Trump acusara a la principal secretaria de Engoron de parcialidad política en una publicación en su plataforma Truth Social, lo que generó amenazas contra el tribunal por partidarios del ex presidente, según expuso en un expediente judicial. El tribunal de apelaciones había suspendido esta orden el 16 de noviembre luego de que sus abogados argumentaran que infringía su derecho a la libertad de expresión bajo la Constitución de Estados Unidos. Ahora, el expresidente y sus defensores quedarán expuestos a fuertes sanciones si quebrantan esta orden por tercera vez, lo que ya le ha costado multas por $15 mil dólares.
“Las consecuencias son bastantes serias, multas más altas y también un castigo de encarcelación porque él no es presidente, simplemente un candidato a la presidencia y aunque el Servicio Secreto tendría que hacer arreglos con las cortes y el estado de Nueva York, lo van a detener hasta que él apela esa detención”, explicó Raymond Colón, Abogado criminalista.
Trump, el favorito para la nominación presidencial republicana de 2024, está acusado de inflar su patrimonio neto en miles de millones de dólares para engañar a prestamistas y aseguradoras. Él ha negado todas las acusaciones. Los argumentos orales se presentarán en corte el próximo 11 de enero. Ángela González, Voz de América, Nueva York.