El Tribunal Supremo Electoral de Bolivia sugirió el viernes al presidente Luis Arce cambiar la redacción de las preguntas del referendo que busca modificar las reglas de la reelección en el país y plantear el retiro de las subvenciones a los combustibles.
El presidente anunció el pasado 6 de agosto que convocaría a un referendo con cuatro preguntas.
La primera pregunta propuesta por Arce está relacionada con la reelección y se plantea así: ¿Está usted de acuerdo en que la reelección establecida constitucionalmente por una sola vez de manera continua del presidente y vicepresidente del Estado sea ampliada para incorporar la reelección de manera discontinua, lo cual implicaría modificar la Constitución Política del Estado?
En la nación andina, la Constitución Política del Estado (CPE) establece la reelección una sola vez de manera continua.
Como parte del proceso, el mandatario debía enviar las preguntas al Tribunal Supremo Electoral, que concluyó el viernes que estas no son claras y sugirió cambiar la redacción.
El Tribunal considera que la pregunta sobre la reelección “solo cumple el criterio de imparcialidad y no cumple los criterios de claridad y precisión” y que puede “implicar la reforma parcial de la Constitución Política del Estado”, por lo que recomendaron “aclarar el texto de la pregunta".
La viceministra de Comunicación, Gabriela Alcón, explicó que el gobierno acatará todas las observaciones que ha determinado el Tribunal Electoral. “Lo que corresponde es que aclaremos, que mejoremos en la redacción con claridad, y luego vamos a remitirla al Tribunal Constitucional", mencionó, asegurando que no buscan una reforma constitucional, sino más bien una pregunta consultiva.
La oposición ha criticado fuertemente las preguntas y el referendo, argumentando que Arce busca trasladar a la población los problemas que enfrenta su gobierno. “Es un gobierno débil, que no puede gobernar... ni siquiera puede resolver los propios conflictos internos”, dijo el diputado opositor Carlos Alarcón.
Alarcón hizo referencia a las disputas en el partido gobernante, entre Arce y su principal rival y exaliado Evo Morales (2006-2019), de quien además Arce fue ministro de Economía por más de una década. Las pugnas comenzaron cuando Morales anunció su deseo de postularse a la presidencia en las elecciones del próximo año, con el respaldo de una parte del mismo partido por el que gobierna Arce. El gobernante aún no ha oficializado su postulación, pero para los analistas está en campaña.
El mandatario, agobiado por una crisis económica, también ha planteado que se “pregunte al pueblo” si está de acuerdo “con mantener la subvención en la gasolina”, y en una tercera pregunta, sobre el diésel. Arce reconoció recientemente que la “subvención ha ido afectando gradualmente a las arcas del Tesoro General de la Nación”. “Como estamos, no vamos a poder seguir adelante”, mencionó.
Datos del gobierno estiman que este año la subvención en el país podría llegar a unos 4.000 millones de dólares.
Bolivia pasó de ser exportador de hidrocarburos a importador de combustibles tras el declive de sus pozos de gas. Actualmente, importa un 80% de diésel y un 50% de gasolina. En las últimas semanas, el mandatario ha estado bajo presión por las protestas debido al desabastecimiento de carburantes, situación que su gestión trata de manejar importando de Rusia, Paraguay y otros países.
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