La ampliamente esperada invasión terrestre del Líbano por parte de Israel parecía estar poniéndose en marcha a primera hora del martes, cuando su ejército declaró que las tropas habían iniciado incursiones "limitadas" contra objetivos de Hezbolá en la zona fronteriza.
El ejército dijo en un comunicado que sus objetivos estaban situados en pueblos cercanos a la frontera que suponían "una amenaza inmediata para las comunidades israelíes en el norte de Israel". Agregó que la fuerza aérea y la artillería estaban apoyando a las fuerzas terrestres con "ataques precisos".
Los residentes de la localidad fronteriza libanesa de Aita al-Shaab informaron de intensos bombardeos y del sonido de helicópteros y aviones no tripulados sobrevolando la zona.
El lunes, el ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, dijo a los jefes de los consejos locales del norte de Israel que la siguiente fase de la guerra en la frontera sur del Líbano comenzaría pronto, con el objetivo de llevar a casa a los israelíes que han huido de los cohetes de Hezbolá durante casi un año de guerra fronteriza.
"Usaremos todos los medios que sean necesarios: sus fuerzas, otras fuerzas, desde el aire, desde el mar y por tierra. Buena suerte", dijo Gallant, que se reunió con los comandantes.
Las tropas libanesas se retiraron de las posiciones en la frontera sur del Líbano con Israel hasta unos cinco kilómetros al norte, dijo a Reuters una fuente de seguridad libanesa.
También lea Primer bombardeo israelí en el centro de Beirut en casi un año de conflictoUn portavoz del ejército libanés no confirmó ni desmintió el movimiento.
Amal Al-Hourani, alcalde de Jdeidet Marjayoun, un pueblo libanés de mayoría cristiana situado a menos de 10 kilómetros de la frontera, dijo a Reuters que dos lugareños habían recibido llamadas aparentemente del ejército israelí diciéndoles que evacuaran la zona lo antes posible.
El ejército israelí declaró zona militar cerrada los alrededores de las comunidades de Metula, Misgav Am y Kfar Giladi, en el norte de Israel, cerca de la frontera con el Líbano, y prohibió la entrada.
El asesinato de Sayed Hassan Nasrallah, el dirigente más poderoso del "Eje de Resistencia" de Irán contra los intereses israelíes y estadounidenses en Oriente Medio, fue uno de los golpes más duros en décadas tanto para Hezbolá como para Irán.
Israel dijo este lunes que una invasión terrestre era una opción en el Líbano tras dos semanas de intensos ataques aéreos y la eliminación de Nasralá, pero el líder adjunto del grupo dijo que estaban preparados para cualquier ofensiva.
También lea Hezbolá confirma la muerte de su líder, Hassan Nasrallah, en un ataque israelíEl Washington Post citó a un funcionario estadounidense no identificado que afirmó que Israel ya había comunicado a Estados Unidos que la operación sería menor que su guerra de 2006 contra Hezbolá y se centraría en la seguridad fronteriza.
El portavoz del Departamento de Estado, Matthew Miller, afirmó que Israel había comunicado a Estados Unidos que estaba llevando a cabo operaciones terrestres limitadas centradas en la infraestructura de Hezbolá en el Líbano, cerca de la frontera.
Israel rechazó la semana pasada una propuesta de Estados Unidos y Francia que pedía un alto el fuego de 21 días para dar tiempo a un acuerdo diplomático que permita a los civiles desplazados de ambos bandos regresar a sus hogares.
En su primer discurso público desde que los ataques aéreos israelíes mataron a Nasralá la semana pasada, el líder adjunto de Hezbolá, Naim Qassem, afirmó que los combatientes de Hezbolá están listos para enfrentar una invasión terrestre israelí en el Líbano.
También lea Netanyahu en la ONU dice que Israel seguirá degradando a Hezbolá hasta cumplir sus objetivosEn la jornada continuaron los ataques aéreos israelíes contra objetivos en Beirut y otras partes del Líbano, extendiendo una ofensiva de dos semanas en la que han sido eliminados varios comandantes de Hezbolá, aunque también han fallecido unas 1.000 personas y un millón más se han visto obligadas a huir de sus hogares, según el gobierno libanés.
El número de muertos por un ataque israelí contra la ciudad de Ain Deleb, en el sur del Líbano, ascendió a 45, según informó el lunes el Ministerio de Sanidad libanés.
Horas antes de que hablara Qassem, Hamás dijo que un ataque aéreo israelí había matado a su dirigente en el Líbano, Fateh Sherif Abu el-Amin, junto con su esposa, su hijo y su hija en la ciudad de Tiro.
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