EE.UU. ejercerá presión sobre Turquía para detener la ofensiva de Siria

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, autorizó sanciones a los líderes de Turquía, volvió a imponer aranceles al acero y terminó las conversaciones sobre un acuerdo comercial con esa nación.

El presidente Donald Trump anunció sanciones económicas contra Turquía con el objetivo de que suspenda su ofensiva contra combatientes y civiles kurdos en Siria, ataques que la nación europea comenzó después de que el mandatario estadounidense anunció el retiro de sus tropas de la zona.

Estados Unidos también pidió a Ankara detener la invasión y declarar una tregua, y Trump enviará lo más pronto posible al vicepresidente Mike Pence y al asesor de seguridad nacional Robert O’Brien a la capital turca en un intento por iniciar negociaciones.

Pence dijo el lunes que Trump se comunicó directamente con el mandatario turco Recep Tayyip Erdogan, quien prometió no atacar la localidad fronteriza de Kobani, que en 2015 fue testigo del primer revés del grupo Estado Islámico en un combate con los militantes kurdos respaldados por Estados Unidos.

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“El presidente Trump le comunicó muy claro que Estados Unidos quiere que Turquía detenga su invasión, implemente un cese del fuego inmediato e inicie negociaciones con las fuerzas kurdas en Siria para poner fin a la violencia”, declaró Pence.

Los estadounidenses buscaban la manera de salir de Siria, una medida fuertemente criticada en el país y a nivel internacional debido a la posibilidad de un resurgimiento del grupo Estado Islámico, cuya violenta toma de territorios sirios e iraquíes hace cinco años fue el motivo por el que las tropas estadounidenses llegaron a Siria en primer lugar.

Trump dijo que aproximadamente 1.000 tropas que habían colaborado con combatientes kurdos locales en los enfrentamientos contra el EI en el norte de Siria saldrán del país. Permanecerán en Medio Oriente, afirmó, para “monitorear la situación” y evitar un resurgimiento del grupo Estado Islámico, un objetivo que incluso los aliados de Trump señalan que se ha vuelto mucho más difícil ante el retiro del ejército estadounidense.

Los ataques de Turquía en Siria se iniciaron la semana pasada en contra de combatientes kurdos sirios, a quienes Ankara percibe como terroristas. El lunes, tropas del gobierno sirio avanzaron hacia su frontera norte, lo que podría desencadenar un enfrentamiento directo con las fuerzas turcas.

Trump dijo que la invasión de Turquía “precipita una crisis humanitaria y establece las condiciones para posibles crímenes de guerra”, una referencia a los reportes de que combatientes con respaldo turco han ejecutado a milicianos kurdos en el campo de batalla.

Las fuerzas kurdas que previamente estaban aliadas con Estados Unidos dijeron que han llegado a un acuerdo con el gobierno del presidente Bashar al Assad para ayudarlos a frenar la invasión kurda, una medida que involucra a Rusia aún más en el conflicto.

Al anunciar las sanciones, Trump dijo que suspendería las negociaciones de un acuerdo comercial con Turquía por 100.000 millones de dólares y elevaría los aranceles al acero a un 50%. Trump también impuso penalizaciones contra tres altos funcionarios turcos, así como a los ministros de Defensa y Energía.

“Estoy completamente preparado para destruir rápidamente a la economía turca en caso de que los líderes de Turquía continúen por esta peligrosa y destructiva senda”, dijo Trump.

El secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, dijo que las sanciones perjudicarán a una ya debilitada economía turca. Pence dijo que Estados Unidos seguirá incrementando las penalizaciones “a menos que Turquía esté dispuesto a pactar una tregua, se presente a la mesa de negociaciones y ponga fin a la violencia”.

Las tropas estadounidenses consolidaron el lunes sus posiciones en el norte de Siria y se prepararon para evacuar equipamiento en anticipación al retiro completo, informó un funcionario de Defensa. El funcionario, que habló bajo condición de anonimato, dijo que las autoridades estadounidenses sopesan opciones para una campaña a futuro para combatir al EI, incluyendo la posibilidad de hacerlo por vía aérea y operaciones especiales lanzadas desde una base fuera de Siria, posiblemente en Irak.

Hablando en una sesión informativa, el funcionario de la administración dijo que la incursión de Turquía ha causado "un desastre" en lo que dijo que una vez fue una parte relativamente estable del norte de Siria y que Washington estaba aumentando la presión para que se detuviera.

"El plan es continuar presionando a Turquía mientras evaluamos nuestras posibilidades de restablecer la relación a la normalidad, un elemento importante de ese retorno a la normalidad sería un alto el fuego", dijo el alto funcionario de la administración.

"Y por alto al fuego, lo que quiero decir es que las fuerzas en tierra dejan de moverse en tierra. Ciertamente, las fuerzas turcas y creo que probablemente podríamos hablar por las SDF", dijo, refiriéndose a los antiguos aliados kurdos de Washington.

Turquía impedirá al EI salir de Siria

Por su parte, Turquía impedirá que los milicianos del grupo yihadista Estado Islámico salgan del noreste de Siria, dijo el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, en una columna publicada este martes en el diario The Wall Street Journal.

“Garantizaremos que ningún miliciano del EI abandone el noreste de Siria”, dijo Erdogan.

El ejército turco lleva a cabo una ofensiva en esta zona de Siria, donde hay varios miles de sospechosos yihadistas encarcelados y bajo custodia de la milicia kurda de YPG, objetivo de la operación de Ankara, lo cual ha despertado la preocupación internacional sobre la suerte de estos prisioneros.

“Estamos dispuestos a cooperar con los países de origen (de los yihadistas presos) y las organizaciones internacionales para una reinserción de las esposas e hijos de milicianos terroristas extranjeros”, añadió.

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Turquía acusó el lunes a las fuerzas kurdas de haber liberado de forma voluntaria a varios miembros del Estado Islámico para “sembrar el caos” en la zona.

Las autoridades kurdas afirmaron el domingo que cerca de 800 familiares de milicianos del EI habían huido de un campo de detención del norte de Siria aprovechando el caos creado por la ofensiva turca.

En un mensaje en Twitter, el presidente estadounidense, Donald Trump, también dio a entender lo mismo. “Los kurdos podrían estar liberando a algunos presos para obligarnos a implicarnos”, dijo.

Según cifras kurdas, unos 12.000 sospechosos yihadistas están en cárceles del noreste de Siria. De ellos, 2.500 no son ni sirios ni iraquíes.