El presidente Donald Trump emitió una orden ejecutiva el miércoles para ayudar a proteger a Estados Unidos contra los adversarios extranjeros que aprovechan las vulnerabilidades tecnológicas para amenazar los sistemas de comunicaciones de la nación.
La orden, que declara una emergencia nacional en respuesta a la amenaza, no nombra a países o compañías específicas. Pero parece apuntar al gigante tecnológico chino Huawei, el mayor proveedor mundial de equipos de red utilizados por las compañías de telefonía e internet. Huawei ha sido visto durante mucho tiempo como un frente de espionaje por parte de los servicios militares o de seguridad chinos, pero la compañía ha negado las acusaciones.
El presidente de la Comisión Federal de Comunicaciones, Ajit Pai, aplaudió la orden ejecutiva de Trump y dijo que salvaguardaría la cadena de suministro de comunicaciones de EE.UU. "Dadas las amenazas presentadas por el equipo y los servicios de ciertas compañías extranjeras, este es un paso importante para asegurar las redes de Estados Unidos", dijo.
La administración Trump ha estado intentando con solo poco éxito persuadir a las naciones aliadas de que no utilicen equipos de Huawei.
El año pasado, Trump firmó un proyecto de ley que prohibía al gobierno de Estados Unidos utilizar equipos de Huawei y ZTE Corp. de China.
EE.UU., que libra una creciente guerra comercial con China, también ha emitido advertencias sobre los esfuerzos de Huawei para expandirse a Europa. A Estados Unidos preocupa que China pueda usar el equipo de Huawei para obtener acceso a información privada, comercial o de otro tipo que pueda comprometer a la OTAN y las operaciones de inteligencia aliadas.
A principios de este año, el Departamento de Justicia reveló cargos criminales contra Huawei, un alto ejecutivo de la compañía y varias subsidiarias, alegando que la compañía robó secretos comerciales, engañó a los bancos sobre su negocio y violó las sanciones de EE.UU.
Los extensos cargos acusan a la compañía de utilizar esfuerzos extremos para robar secretos comerciales de empresas estadounidenses, incluido el intento de obtener un trozo de robot de un laboratorio de T-Mobile.
La ejecutiva acusada es la directora financiera de Huawei, Meng Wanzhou, quien fue arrestada en Canadá en diciembre. EE.UU. está tratando de extraditarla.