El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo a los líderes del Grupo de los Siete países más industrializados que su país quería un rápido final para unas prácticas comerciales que dice que han llevado a un éxodo de empresas estadounidenses y empleos a otras naciones.
Trump, que enfadó a sus socios del G7 la semana pasada con unos aranceles al acero y el aluminio proveniente de Canadá, la Unión Europea y México como parte de su mantra de “America primero”, prometió mantenerse firme hasta que los bienes de Estados Unidos tuvieran un acceso “justo” a los mercados.
“Se ha estado aprovechando de Estados Unidos durante décadas y décadas”, dijo Trump en una conferencia de prensa en el segundo y último día de una cumbre en Canadá.
Añadió que había sugerido a los otros líderes del G7 que todas las barreras comerciales, incluidos aranceles y subvenciones, sean eliminados.
Trump negó que la cumbre hubiera sido conflictiva, una afirmación que contradijo lo que un responsable del G7 describió como una amarga perorata el viernes con el presidente estadounidense y sus homólogos a cuenta los aranceles.
En un intercambio “extraordinario”, Trump repitió una lista de quejas por el comercio, principalmente con la UE y Canadá, dijo un responsable de la presidencia francesa a periodistas.
“Y entonces comenzó una larga letanía de recriminaciones, informaciones algo amargas de que Estados Unidos era tratado injustamente, que el sistema comercial era totalmente desfavorable a Estados Unidos, la economía estadounidense, los trabajadores estadounidenses, la clase media”, dijo el responsable.
“En breve, un despotricar franco y largo que es sin duda poco habitual en esta clase de formatos”, añadió.
El presidente francés, Emmanuel Macron, respondió de forma “cortés pero con tono firme” para presentar la parte europea de la historia, y el primer ministro japonés, Shinzo Abe, también, dijo.
Pese a las aparentes asperezas, es probable que el G7 - que agrupa a Estados Unidos, Canadá, Reino Unido, Francia, Italia, Alemania y Japón - emita un comunicado al final de la cumbre, dijo una fuente diplomática.
Salida anticipada
Trump tenía previsto abandonar la cumbre el sábado antes de que se debatiera el cambio climático y la salud de los océanos, subrayando la fractura en el G7 exacerbada por los aranceles. Está previsto que vuele a Singapur para reunirse con el líder norcoreano Kim Jong Un, lo que describió como una “misión de paz”.
Sin embargo, Estados Unidos y la UE establecerán un diálogo sobre comercio en las próximas dos semanas, lo que apunta a un modesto paso hacia adelante en los divididos aliados del G7.
La pronta salida de Trump de la cumbre implica que se perderá una sesión de trabajo junto a los líderes sobre cambio climático y energía limpia, así como conversaciones entre el G7 y los países más pobres centradas en la salud de los océanos.
También se irá antes de que el resto de países comiencen sus conferencias de prensa finales, probablemente críticas ante la postura comercial de Estados Unidos y la sugerencia de Trump de que Rusia sea readmitida en el G7.
Rusia fue eliminada del grupo en 2014 por su anexión de Crimea desde Ucrania. La canciller alemana, Angela Merkel, dijo que los países de la UE acordaron en la cumbre que las condiciones para readmitir a Rusia no se habían cumplido e incluso Moscú parecía rechazar la sugerencia
La presidencia de Trump quedó empañada por una investigación federal por la supuesta interferencia rusa en las elecciones presidenciales de 2016 y la posible complicidad en su campaña. Tanto Moscú como Trump han negado estas acusaciones.
Reuters