El presidente Donald Trump minimizó el martes la preocupación por la larga guerra comercial con China, mientras que Pekín advirtió que la decisión de Washington de señalarlo como un manipulador de monedas llevará el caos a los mercados financieros.
Trump, quien la semana pasada afirmó que impondría aranceles del 10% a productos importados de China por valor de 300.000 millones de dólares a partir del 1 de septiembre, dijo que las inversiones se estaban dirigiendo a la economía estadounidense y también prometió respaldar a los agricultores frente a las represalias chinas.
China suspendió las compras de productos agrícolas estadounidenses y amenazó con gravámenes adicionales para los productos.
Escalando la presión sobre China, el Departamento del Tesoro de Estados Unidos anunció el lunes que determinó por primera vez desde 1994 que Pekín manipula su moneda.
La medida se tomó después de que China dejó que el yuan se debilitara más allá de las 7 unidades por dólar por primera vez en más de una década, sacudiendo a los mercados financieros y reduciendo las expectativas de un fin de la guerra comercial que supera el año de duración.
Wall Street registró el lunes su peor día de 2019. El martes, los principales índices del mercado tenían mejor tendencia.
El gobierno estadounidense quiere continuar las conversaciones comerciales con China y aún planea recibir a una delegación de Pekín para nuevas negociaciones en septiembre, dijo el asesor económico de la Casa Blanca, Larry Kudlow.
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