El presidente Donald Trump afirmó este martes que el gobierno federal no escatimará en gastos para responder a los posibles daños que deje el huracán Florence, que se pronostica llegue la costa de Carolina a finales de esta semana.
“El congreso será muy generoso, porque no tenemos otra opción”, aseguró Trump a reporteros en la Casa Blanca durante una reunión con asesores y funcionarios federales de desastres. “Cualquier cantidad, lo que haga falta, lo vamos hacer.”
A ciudadanos que pudiesen encontrarse en peligro, Trump recordó que los expertos estaban prediciendo una tormenta como la que la Costa Este de los Estados Unidos no había visto nunca en décadas.
“Nunca habíamos visto nada como esto, al menos en la Costa Este”, indicó el presidente. “Diría que todo el mundo debe evacuar … va estar realmente muy malo a lo largo de la costa “.
Los pronosticadores esperan que la tormenta toque tierra el viernes con vientos de hasta 130 millas por hora (215 kilómetros por horas), olas gigantes y mucha lluvia.
El el jefe de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias, Brock Long, indicó a los reporteros que los residentes de las areas que se verían afectadas no deberías subestimar la amenaza del huracán.
“Esto tiene la oportunidad de ser una muy devastadora tormenta”, expuso Long. “No va haber electricidad por semanas. Vas a ser desplazado de tu casa en las zonas costeras y va haber inundaciones en el interior del estado”.
“Van haber eventos en todo el estado, los peligros van a estar en todo el estado”, agregó Long.
Además de Trump y Long, otros políticos y pronosticadores le pidieron a la ciudadanía tomarse enserio la amenaza y no escatimaron en adjetivos para describir la advertencias.
“Esta tormenta es un monstruo. Es grande y es viciosa. Es un huracán extremadamente peligroso, amenazante para la vida e histórico”, afirmó el gobernador de Carolina del Norte, Roy Cooper.
“Las olas y el viento que esta tormenta puede ocasionar no se parecen a nada de lo que hayamos visto antes. Incluso si has tratado con tormentas antes, esta es distinta. No apuestes tu vida en tratar de domar al monstruo”, agregó Cooper.
“Esta de verdad me asusta”, afirmó el director del Centro Nacional de Huracanes, Ken Graham.
Se esperaba que Florence tomara fuerza el jueves o el viernes en la mañana, y que luego fuera perdiendo intensidad con el pasar de los días. Pronosticadores indicaron que Carolina del Norte podría acumular hasta 20 pulgadas de lluvia y hasta 10 pulgadas en Virginia, partes de Maryland y Washington D.C.
Florence podría golpear las Carolinas con muchas más fuerza que ningún huracán desde Hazel, en 1954, el cuál llegó con vientos de 130 millas por hora (209 kilómetros por hora). El huracán de categoría cuatro dejó 19 muertos y 15.000 edificios destruídos en Carolina del Norte.
Se espera que Florence toque en su camino media docena de plantas de energía nuclear, pozos con ceniza de carbón y otros desechos industriales.
Puntos turísticos en peligro
Desde la casas coloniales en Charleston, pasando por frágiles playas de Outer Bank, hasta centros de historia americana, la turística Costa Este de Estados Unidos se enfrenta a un golpe potencialmente devastador del huracán Florence.
Los 130.000 habitantes de la gema colonial de Charleston, Carolina del Sur, están acostumbrados a las inundaciones. Sin embargo, en esta oportunidad, además de estar bajo evacuación, Florences amenaza las estructuras coloniales de la ciudad, sus calles adoquinadas y docenas de bares y cafés bohemios, los atractivos turísticos de los más de 5 millones de visitantes anuales que recibe la región.
Un golpe directo a Charleston podría afectar a la zona con una industria turística de $ 4.2 billones.
Otra zona que pudiese verse afectada es los Outer Banks, en Carolina del Norte, un tramo de 200 millas de largo (320 km) de islas bordeadas de playas vírgenes que dibujan una línea entre el Atlántico y Carolina del Norte.
Los hermanos Orville y Wilbur Wright hicieron historia al realizar los primeros vuelos exitosos de aviones motorizados en la zona, en diciembre de 1903. El museo sobre el evento ha sido sometido a renovaciones durante dos años y debía reabrirse el 28 de septiembre.
También están playas como Myrtle Beach o Virginia Beach; largas extensiones de arena flanqueadas por millas de grandes hoteles, restaurantes y paseos marítimos. Además de sitios coloniales e históricos, como Fort Sumter, cerca de Charleston, donde comenzó la guerra civil americana en abril de 1861.