El presidente Donald Trump rechazó el domingo que sea racista y que haya hecho los comentarios despectivos sobre los inmigrantes de Haití y naciones africanas que le han atribuido.
“No, no, no soy racista” declaró Trump cuando un reportero le preguntó su parecer sobre las personas que lo consideran racista.
“Soy la persona menos racista que alguna vez hayan entrevistado. Puedo asegurárselos”, agregó el presidente.
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Trump abordó el asunto en forma breve el domingo a su llegada a uno de sus clubs de golf en West Palm Beach, Florida, donde llegó a cenar acompañado por el líder de la mayoría de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy.
De acuerdo a varias personas que estuvieron presentes en una reunión sobre inmigración, el jueves en la Casa Blanca, Trump cuestionó el porqué se permite la llegada de inmigrantes de países como Haití y naciones de África a los que se refirió como “países de m…”, cuando él desearía que viniera gente de países como Noruega. Aparentemente también dijo que quería excluir a Haití de cualquier acuerdo migratorio.
La Casa Blanca nunca negó que Trump usara una grosería para hablar de los inmigrantes de color, y el presidente lo ha negado a medias, evitando dar detalles de lo que dijo o no dijo.
“Nunca he usado nada denigrante sobre Haití”, dijo más tarde en un tuit. “Lo inventaron los demócratas. Tengo una linda relación con los haitianos”.
El senador demócrata por Illinois, Dick Durbin, que estuvo en la reunión en la Oficina Oval, aseguró que el presidente sí hizo los comentarios y los hizo varias veces.
Pero Trump no dio su brazo a torcer. “¿Vieron lo que varios senadores en el salón dijeron sobre mis comentarios?”, preguntó el presidente el domingo a los reporteros. “Pues que no se hicieron”.
Culpa de Durbin
Los senadores republicanos Tom Cotton, y David Perdue, que también estuvieron presentes en la reunión del jueves, habían dicho previamente no recordar si Trump dijo “países de m…”, pero el domingo lo negaron totalmente y en cambio sugirieron que el senador Durbin no era de confiar.
“Esto ha sido una gran tergiversación. No es la primera vez que el senador Durbin lo ha hecho y no es productivo para resolver el problema que tenemos”, dijo Perdue durante una entrevista para el programa This Week, de la cadena ABC.
Por su parte, el senador Cotton dijo a Face The Nation de la cadena CBS, que "no oí" que se usará ese término "y estaba sentado no más lejos de Trump de lo que estaba Dick Durbin".
Las declaraciones de Perdue y Cotton provocaron la reacción inmediata de los demócratas, quienes atacaron a los senadores republicanos por poner en duda la integridad de Durbin, y rechazaron sus comentarios y los de Trump como desvergonzadamente racistas.
La secretaria de Seguridad Nacional, Kirstjen Nielsen, otra de las presentes en la reunión, dijo el domingo al programa Fox News Sunday que “no recuerda que el [presidente] haya usado esa frase exacta”, pero reconoció que Trump “sí uso y continuará usando lenguaje fuerte”.
El acuerdo sobre el DACA
Mientras tanto, la negociación sobre el Programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia, DACA, que fue la que originó los comentarios de Trump, pareció languidecer, al menos, a los ojos del presidente.
"Honestamente no creo que los demócratas quieran llegar a un acuerdo", dijo Trump el domingo. "Creo que hablan sobre el DACA, pero no quieren ayudar a la gente del DACA".
"Tenemos muchos puntos de fricción, pero todos son puntos de fricción demócratas", indicó. "Nosotros estamos listos, deseosos y dispuestos a llegar a un acuerdo, pero ellos no quieren".
Algunos demócratas han amenazado no votar para aprobar el presupuesto del gobierno que expira el viernes, a menos que se incluya una protección para los "dreamers".