La Administración de Seguridad en el Transporte (TSA), la agencia que maneja los controles de seguridad en los aeropuertos de EE.UU. recibe una sacudida administrativa.
El director de la agencia, Melvin Carraway, fue reubicado en funciones a otra oficina debido a las persistentes fallas de seguridad.
El secretario del Departamento de Seguridad Nacional, Jeh Johnson, del que depende la TSA, anunció la reubicación inmediata de Carraway, además de cambios en las pruebas sorpresa, entrenamiento intensivo y revisión de equipos en los aeropuertos del país.
El subdirector en funciones, Mark Hatfield, dirigirá la TSA hasta que se nombre un sustituto permanente, dijo Johnson.
Por su parte, el portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest, dijo que aunque se han tomado esas medidas adicionales, el presidente Barack Obama mantiene su confianza en la agencia.
“El presidente sigue teniendo confianza en que los oficiales de la TSA hacen un importante trabajo que sigue protegiendo al pueblo de Estados Unidos y el sistema de aviación estadounidense; también es cierto que hubo preocupaciones específicas que fueron señaladas en un informe confidencial que fue realizado por el inspector independiente", dijo Earnest.
Una investigación interna en los sistemas de revisión y seguridad de los aeropuertos descubrió una serie de “vulnerabilidades” preocupantes que han obligado a los cambios.
De acuerdo a la cadena ABC News, agentes encubiertos fueron capaces de introducir objetos prohibidos como armas y explosivos falsos, en varios puestos de control aeroportuarios en 67 de los 70 intentos que hicieron.
Según la publicación The Hill, los agentes de la TSA fallaron en detectar una bomba, aún después de que un agente encubierto del llamado Red Team, activó un magnetómetro con el que era revisado porque llevaba la bomba falsa escondida en su espalda.
Johnson no quiso comentar sobre esas vulnerabilidades pero ordenó revisar los procedimientos para corregirlos.
"Se trata de un nuevo e intensivo adiestramiento para supervisores en toda la nación, para revisar procedimientos en las operaciones establecidas, hacer pruebas de funcionamiento a los equipos, e incluso redoblar los esfuerzos para asegurarnos de que la mayor parte de los equipos actualizados de detección están siendo utilizados en los aeropuertos de todo el país para mantenernos seguros”, explicó Johnson.