Turquía y sus aliados intensificaron su ofensiva en el norte de Siria, denominada "Escudo del Éufrates", dejando decenas de muertos.
Las víctimas son civiles y combatientes, según informaron el Ejército turco y la oposición siria.
El Estado Mayor del Ejército turco anunció en un comunicado que abatió a 25 "terroristas kurdos" de las milicias YPG y que cinco edificios usados por esas unidades fueron destruidos.
Por su parte, el Observatorio Sirio de Derechos Humanos afirmó que 35 civiles perdieron la vida en dos bombardeos de la aviación turca.
Al menos 15 civiles murieron y 25 resultaron heridos, la mayoría de gravedad, en una granja de la aldea de Magar al Sarisat, donde los civiles desplazados de otras zonas buscaron refugio.
Poco antes, un bombardeo turco contra la cercana localidad de Yeb al Kusa causó al menos 20 fallecidos y 50 heridos.