El primer ministro turco reprueba la actitud y la falta de acción del máximo organismo de Naciones Unidas respecto a la situación en Siria.
El primer ministro de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, condenó este sábado en Estambul al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas por su inacción en Siria y calificó de “injustos” los mecanismos que hacen funcionar al organismo mundial.
Erdogan dijo que cada día se ha vuelto “más y más difícil” que Naciones Unidas cumpla con sus obligaciones, y aludió indirectamente a Rusia y China, países que con su veto han evitado cualquier acción de la ONU contra el régimen del presidente sirio, Bashar al Assad.
“Si dejamos el asunto del voto a uno o dos de los cinco miembros permanentes (del Consejo), las consecuencias en Siria serían muy peligrosas, y la humanidad lo recogerá en la historia de manera inolvidable”, indicó.
El gobierno turco desplegó este sábado más tanques en su frontera con Siria a la par que las imágenes del conflicto bélico en ese país muestran cada día mayor devastación y pérdidas humanas.
Mientras tanto, este sábado arribó a Estambul el enviado de la ONU Lakhdar Brahimi, cuya misión es abordar la creciente tensión entre Turquía y la fronteriza Siria luego de que las autoridades turcas hicieron aterrizar en Ankara un avión de pasajeros sirio y confiscaron un cargamento militar que la nave llevaba a bordo.
El régimen sirio niega que el avión, que cubría itinerario entre Moscú y Damasco, llevara armas, en tanto que Rusia, un aliado de Assad, pidió a Turquía una explicación porque según dijo este país puso en peligro la vida de los pasajeros a bordo, éntre quienes había 17 rusos.
El enviado Brahimi se entrevistó a propósito de la crisis el viernes en Jeddah con el rey Abdullah de Arabia Saudita, y ambos coincidieron en la necesidad de detener el baño de sangre en Siria y socorrer a millones de sirios víctimas de la violencia en su país.
Erdogan dijo que cada día se ha vuelto “más y más difícil” que Naciones Unidas cumpla con sus obligaciones, y aludió indirectamente a Rusia y China, países que con su veto han evitado cualquier acción de la ONU contra el régimen del presidente sirio, Bashar al Assad.
“Si dejamos el asunto del voto a uno o dos de los cinco miembros permanentes (del Consejo), las consecuencias en Siria serían muy peligrosas, y la humanidad lo recogerá en la historia de manera inolvidable”, indicó.
El gobierno turco desplegó este sábado más tanques en su frontera con Siria a la par que las imágenes del conflicto bélico en ese país muestran cada día mayor devastación y pérdidas humanas.
Mientras tanto, este sábado arribó a Estambul el enviado de la ONU Lakhdar Brahimi, cuya misión es abordar la creciente tensión entre Turquía y la fronteriza Siria luego de que las autoridades turcas hicieron aterrizar en Ankara un avión de pasajeros sirio y confiscaron un cargamento militar que la nave llevaba a bordo.
El régimen sirio niega que el avión, que cubría itinerario entre Moscú y Damasco, llevara armas, en tanto que Rusia, un aliado de Assad, pidió a Turquía una explicación porque según dijo este país puso en peligro la vida de los pasajeros a bordo, éntre quienes había 17 rusos.
El enviado Brahimi se entrevistó a propósito de la crisis el viernes en Jeddah con el rey Abdullah de Arabia Saudita, y ambos coincidieron en la necesidad de detener el baño de sangre en Siria y socorrer a millones de sirios víctimas de la violencia en su país.