Kiev moviliza su ejército

Manifestantes prorrusos toman una estación de policía en el pueblo de Horlivka, en el este de Ucrania.

El gobierno ucraniano pide a la ONU el envío de cascos azules y anuncia operación "antiterrorista" de gran escala contra los manifestantes prorrusos en el este de Ucrania.
El este de Ucrania permanecía en vilo este lunes, mientras el presidente ucraniano en funciones, Oleksandr Turchynov, pidió a Naciones Unidas el envío de cascos azules a la región.

El mandatario amenazó con lanzar lo que llamó “una operación antiterrorista a gran escala” contra los manifestantes prorrusos que han tomado edificios gubernamentales.

Turchynov había prometido amnistía para los que entregaran sus armas y salieran pacíficamente, pero dice que no permitirá que Rusia ocupe el este de Ucrania de la misma manera en que anexó a Crimea el mes pasado.

Hasta ahora no había habido señales de que los manifestantes prorrusos vayan a cumplir las demandas del presidente.

Rusia fue duramente criticada durante una sesión de emergencia del Consejo de Seguridad de la ONU el domingo por la noche.

La embajadora estadounidense Samantha Power acusó a Rusia de “escribir y coreografiar” la violencia en Ucrania.

El embajador de Gran Bretaña, Mark Lyall Grant, agregó que las imágenes de satélite muestran a unos 40.000 soldados armados atrincherados cerca de la frontera ucraniana.

Rusia insiste en que tiene el derecho de proteger a los ruso-parlantes que asegura se sienten amenazados en Ucrania. Moscú acusa al gobierno interino ucraniano de estar formado por extremistas antirrusos y antisemitas.

El embajador ruso, Vitaly Churkin, dijo que Occidente tiene el poder y la influencia para obligar a los ucranianos a dialogar y de apartarlos del uso de la fuerza.