Separatistas prorrusos entraron la ciudad clave de Novoazovsk en el sureste de Ucrania el miércoles después de tres días de intensos cañoneos, según lo confirmó el alcalde de la localidad.
La acción parece ser parte una contraofensiva contra el gobierno para abrir una línea de abastecimiento al este de Ucrania.
Novoazovsk está junto al mar Azov en la carretera que lleva de Rusia al importante puerto ucraniano de Mariupol y Crimea occidental, la península en el Mar Negro anexada por Rusia este año.
Fue la primera vez en los cuatro meses del conflicto que la lucha llega hasta la costa sur y sugiere que los rebeldes, que según Kiev los apoya Moscú, se envalentonan y refuerzan.
El recrudecimiento de los combates se produce un día después que los presidentes de Rusia, Vladimir Putin, y Ucrania, Petro Poroshenko, se sentaron cara a cara durante más de dos horas en Minsk, Bielorrusia.
Tras la reunión, Poroshenko, dijo que él y Putin acordaron los principios de un plan de paz para poner fin a los combates en el este de Ucrania y que el plan tiene el apoyo de todos.
Putin, en cambio, no lo entendió así e insistió en que aunque Moscú hará todo para apoyar el plan, solamente Kiev podía asegurar un cese del fuego con los separatistas.
"No es nuestro problema", dijo Putin sobre el cese del fuego. "Es problema de Ucrania".