Últimas tecnologías de seguridad

La "biométrica" es uno de los avances en el desarrollo de los sistemas de seguridad.

No hay que fiarse ni de las moscas. Y si no que se lo pregunten a los expertos en seguridad que vieron con horror cómo la seguridad de Estados Unidos se vio comprometida el 11 de septiembre del 2001.

Y es que en asuntos de seguridad cualquier precaución es poca. Por muchas medidas que se tomen siempre existe una pequeña probabilidad de que algo falle, un agujero en los planes de seguridad. Con esto en mente, las empresas de seguridad se pusieron al momento manos a la obra para intentar ir siempre un paso adelante, ya no sólo en los aeropuertos, sino en todo tipo de niveles, incluido el doméstico y el de la pequeña empresa.

La tecnología ha hecho posible muchos de los nuevos sistemas de seguridad, con muchos de ellos basados en la “biométrica”, es decir, el reconocimiento mediante datos biológicos de la persona. El más prominente de todos ellos en la actualidad es el reconocimiento dactilar dado su bajo costo. De hecho el sistema se ha hecho un hueco en el ámbito doméstico y muchas computadoras portátiles incluyen un sistema de identificación mediante huella dactilar.

Recientemente varias empresas sacaron al mercado cerraduras con lector de huellas digitales para ámbitos domésticos como la puerta principal de la casa. Sin embargo el reconocimiento dactilar no siempre es eficaz puesto que las marcas de los dedos pueden cambiar, en especial en personas cuyo trabajo requiere el uso intensivo de las manos.

Los escáneres de retina en cambio proveen un alto índice de fiabilidad, con un porcentaje muy cercano al 0% de falsos positivos y además no existen dos personas con la misma retina. Con los avances tecnológicos se han creado sistemas que identifican a la persona casi instantáneamente, pero el coste de los aparatos todavía es excesivo y ciertas enfermedades oculares como las cataratas y el astigmatismo pueden reducir la exactitud del escáner.

Sin embargo algunas tecnologías por mucho que han avanzado desde el 2001 siguen sin ser eficaces.

El reconocimiento facial por ejemplo sigue demostrando ser poco fiable. El aeropuerto Logan en Boston realizó unas pruebas con sistemas de reconocimiento facial en las que el sistema falló en reconocer a 96 personas que posaban como terroristas.

A pesar de ello se sigue invirtiendo en este sistema, con la Interpol de Europa y el departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos haciendo uso de ellas junto con otras medidas de seguridad. Ambos mantienen una base de datos de rostros para comprobar la identidad de cada persona, con Estados Unidos obligando a tomar una foto a la llegada a los aeropuertos a todo el que entre al país.

Por último cabe destacar que algunas agencias como el FBI están invirtiendo grandes cantidades de dinero en bases de datos biométricos. La base de datos del FBI por ejemplo contendrá análisis de ADN, huellas dactilares y escáneres del iris (distinto del escáner de retina).