El presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, se convertirá en el primer gobernante de ese país en visitar Cuba en más de tres décadas, con una agenda que incluirá una jornada de negocios en un hotel que Estados Unidos ha incluido en su lista negra de sitios prohibidos para estadounidenses que llegan al país.
Sánchez tiene previsto reunirse también con funcionarios e intelectuales cubanos cuando llegue a La Habana el próximo jueves para la visita de dos días.
Vea también: Bolton anuncia nuevas sanciones contra gobiernos de Venezuela, Cuba y Nicaragua.
Su llegada a la isla marcará un acercamiento luego de años de relaciones con altos y bajos y que llegaron a su mínimo en la década pasada, cuando Madrid condicionó sus vínculos y cooperación a un cambio de modelo político en la isla en sintonía con Washington.
Junto al gobernante viajarán su ministro de Asuntos Exteriores, Josep Borrell, y el titular de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto. También se espera que aterricen en Cuba una veintena de empresarios.
La última visita oficial de un mandatario español a Cuba fue hace 32 años, a pesar de que el país europeo es uno de los más importantes socios comerciales de la isla. El viaje anterior lo hizo el socialista Felipe González.
José María Aznar estuvo en Cuba, pero para asistir a la Cumbre Iberoamericana a fines de los años 90 y su gobierno fue uno de los más críticos y proactivos contra la isla.
Lea también: España: Cae Rajoy; Sánchez se apresta a encabezar gobierno.
La agenda de Sánchez
Se espera que el mandatario español se reúna con su homólogo Miguel Díaz Canel y que asista a la firma de acuerdos entre ambos países.
También está previsto un encuentro entre empresarios españoles y cubanos en el Hotel Grand Packard, recientemente abierto, gestionado por la compañía española Iberostar y el de mayor lujo en la isla.
Este hotel fue incluido la pasada semana en una lista negra de instalaciones a las que el gobierno del presidente Donald Trump prohíbe ir a los estadounidenses que llegan a Cuba, en virtud de permisos para hacerlo que los exonera de las sanciones impuestas por Washington a Cuba.
Tal como sucedió con las visitas de la canciller europea Federica Mogherini y el papa Francisco no se espera que Sánchez se reúna con disidentes.